domingo, 3 de abril de 2011

EL PSOE CALIENTA MOTORES

Mientras las motos rugían en el circuito de Jerez, el Secretario General del Partido Socialista anunciaba en la reunión del Comité Federal que no volverá a ser candidato a la Presidencia del Gobierno. En los últimos días se había enfriado un tanto la convicción de que el anuncio se produciría por fin el 2 de abril. Pero finalmente ha llegado y creo que será bueno para el Partido Socialista, porque el porcentaje de voto de castigo que auguraban las encuestas para las elecciones del 22 de mayo queda desactivado. Esto era lo que querían los principales dirigentes regionales y también los principales candidatos.
El Partido Popular, después de confirmarse que ZP arroja la toalla,haría bien en no empecinarse en pedir "elecciones generales ya". Entre otras cosas, porque eso es imposible debido a que primero han de celebrarse las autonómicas y municipales; y, después de éstas, ya estaremos en el verano, que es un tiempo inhábil para las llamadas a las urnas. Por otra parte, las huestes de Mariano Rajoy corren el riesgo de que se les noten demasiado sus ansias por hacerse con el poder cuanto antes, impaciencia que puede acabar despertando a esa "bestia dormida", que son los dos o tres millones de votantes que jamás de los jamases votarán al PP, pero que sí podrían movilizarse para votar "contra el PP". Si los populares se empeñan en hacer leña del árbol caído y siguen insistiendo en su reclamación, pueden llevarse alguna sorpresa.
El riesgo que corren los socialistas es que sus propias ambiciones o bien la presión de los medios de comunicación les lleven a enzarzarse en el debate que ahora no toca: el de quién será el sucesor del líder carismático. Si consiguen sortear ese riesgo, pueden conseguir el consuelo de una derrota digna en las elecciones de mayo y luego tendrán muchos meses por delante incluso para pelear por la victoria en las elecciones de marzo del año que viene. Sin la retirada de ZP iban camino de un desastre de proporciones históricas.
De las muchas cosas que hemos podido leer tras el anuncio, la mejor, a mi juicio, es el artículo que este domingo publica en el diario EL PAÍS el historiador Santos Juliá, quien sostiene la tesis de que el PSOE primero debería resolver su crisis de liderazgo y, una vez resuelta ésta, designar a su candidato a la Presidencia del Gobierno, que obviamente debería ser el nuevo Secretario General. En definitiva, lo que propone Juliá es que, en vez de elecciones primarias, como hicieron en el 98, convoquen un congreso extraordinario, como hicieron en el 2000,y elijan a quien haya de sustituir a Rodríguez Zapatero al frente del partido. La experiencia histórica parece darle la razón.
Extraordinario también el artículo publicado por Juan José Millás en el mismo periódico, con su magnífico talento para describir las situaciónes y los estados de ánimo."Sabemos que dijo -termina Millás su alegato, titulado El Enigma- que no nos decepcionaría. Sabemos que nos decepcionó (y quizá también se decepcionó a sí mismo").
Por mi parte, yo me ratificó en lo que escribí hace un año, cuando el giro radical que dio a su política para calmar a los sacrosantos "mercados": el mejor servicio que podía haber hecho a España, al PSOE y a sí mismo era convocar elecciones anticipadas en aquel momento. Pero no lo hizo, y lo que tiene ahora por delante es un viacrucis muy largo y seguramente insoportable.

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