miércoles, 28 de octubre de 2009

"TENGO UNA PREGUNTA PARA USTED": DÍAZ FERRÁN RECONOCE QUE QUIERE ABARATAR EL DESPIDO

Los ciudadanos participantes en la última edición de "Tengo una pregunta para usted" fueron directos al grano y los líderes de la patronal y de los sindicatos fueron transparentes en sus respuestas. Quizá lo más interesante de la noche es que el Presidente de la CEOE reconoció que su propuesta de reforma laboral incluye un abaratamiento del despido. Gerardo Díaz Ferrán comenzó diciendo que ellos "nunca han propuesto ni abaratar el despido ni el despido libre", pero luego específico su propuesta de una nueva modalidad de contratación indefinida que llevaría incorporada un indemnización fija de 20 días por año trabajado.
El planteamiento de Díaz Ferrán es respetar los derechos "adquiridos" de los actuales trabajadores fijos (45 días por año en caso de despido improcedente) y una especie de chantaje para los temporales o los parados: si queréis un empleo fijo, primero aceptar un recorte de vuestros derechos futuros. Es evidente que, si se aceptara la nueva modalidad de contratación que promueve la CEOE, los derechos actuales se irían extinguiendo y, al final, sólo quedaría la indemnización que ellos proponen. En cuanto a las indemnizaciones multimillonarias de algunos altos directivos, el líder de la CEOE tuvo la gallardía de declararse "sorprendido" por su cuantía y de calificarlas como "inadecuadas".
También Cándido Méndez hizo un ejercicio de transparencia con una propuesta que, seguramente, llevaba preparada. Confesó que gana 2572 euros netos al mes, después de un descuento del 22 por ciento a cuenta del IRPF y del 6,4 para las cotizaciones sociales. Esto me lleva a pensar que el Secretario General de UGT no cobra pagas extraordinarias, porque si las cobrase su salario bruto anual estaría por encima de los 50.000 euros y eso exigiría una retención a cuenta del IRPF algo mayor de la que él reconoció en el programa de TVE. Pero, con pagas y sin pagas, se trata de "un buen salario", como también reconoció él mismo.
A Gerardo Díaz Ferrán lo vi muy pegado a la defensa de los argumentos políticos del PP, por ejemplo cuando insistía una y otra vez en la necesidad de "recuperar la confianza". ¿Le confiaría usted sus ahorros a este hombre que dice haber hipotecado su casa para salvar su compañía aérea? Yo no. También se mostró muy contrario a la subida de impuestos, porque, a su juicio, lo que hay que hacer es "reactivar el consumo". Pero el consumo desaforado es lo que está matando al planeta Tierra. Cada vez que oigo a alguien pidiendo una reactivación del consumo, me acuerdo de aquella película en la que los Hermanos Marx pedían desesperadamente "madera, más madera".
A Ignacio Fernández Toxo, un obrero cualificado como se definió él mismo, lo vi con bastante dominio del escenario, seguro y convincente en sus respuestas, aunque todos sabemos que el dinero que reciben los sindicatos para formación y subvenciones no siempre va a donde debería ir. La pasta de la que están hechos los sindicalistas no es distinta de la del resto de españoles y ya estamos viendo que en esta España nuestra, madre y madrastra, el que no pilla tajada es porque no puede, en el 95 por ciento de los casos. Dejo aparte a un 5 por ciento, en honor de Magdaleno García-Alcalá, del que hablábamos aquí el otro día y de mi amigo M. Sant, que me reprocha este concepto tan pesimista que tengo del ser humano.
En una par de cosas coincidieron al menos los líderes de la patronal y de los sindicatos: es necesario que el crédito fluya hacia las pequeñas y medianas empresas y es necesario recuperar el diálogo social. En el ambiente está la idea de que España necesitaría hoy algo parecido a lo que fueron los Pactos de la Moncloa. Pero aquellos pactos, no lo olvidemos, supusieron un fuerte sacrificio para los trabajadores y sería inadmisible que se intentara apoyar la recuperación a base de imponer más recortes de salarios y de derechos a los de siempre. El otro día el Instituto Nacional de Estadística levantaba acta de los sacrificios que llevan soportados los "pecheros": cuatro millones de parados y unos ingresos medios de 20.500 euros anuales brutos, cuando deberían ser no menos de 26.000 para mantener el mismo poder adquisitivo medio de hace tres lustros.

viernes, 23 de octubre de 2009

VACUNAS CONTRA LA GRIPE A: SOSPECHAS COADYUVANTES

El próximo día 16 va a comenzar en toda España la vacunación en masa contra la llamada Gripe A. Una cosa que se antoja sorprendente es que, siendo como es una dolencia leve y de escasa mortalidad, se haya insistido tanto en publicitar a bombo y platillo el inicio de la campaña y que se haya incluido a tanta gente en los grupos de riesgo: enfermos crónicos, las embarazadas, el personal sanitario, las fuerzas de seguridad, los bomberos, los de protección civil, los funcionarios de prisiones, etc.
En ZD no tenemos nada contra nadie (bueno, sí tenemos algunas cosas contra algunas gentes), pero el caso es que la noticia sobre el comienzo de la campaña me ha hecho recordar un interesante video que circula por Internet. Lo grabó una monja benedictina de Monserrat llamada Teresa Forcades que es experta en salud pública. Es un video largo (dura más de 50 minutos), pero no tiene desperdicio. Y yo recomiendo que se vea, porque oyendo las explicaciones de Forcades uno siente que está ante alguien que, indiscutiblemente, sabe de lo que habla.
El video es una diatriba muy bien estructurada y muy bien argumentada contra la Organización Mundial de la Salud, los Gobiernos y los laboratorios farmaceúticos implicados en la fabricación de las vacunas. Y ha conseguido despertar un gran interés, hasta el punto de que la periodista Rosa Montero lo comentó muy recientemente en su columna de la última página de EL PAÍS. Puede que a Forcades les pase como a aquellos investigadores que hace casi tres décadas insistían en que el orígen del llamado Síndrome Tóxico estaba en los tomates y no el aceite adulterado. También puede que la mayor debilidad de su argumentación resida en esa especie de conspiración universal que ella sugiere o denuncia.
Pero en el discurso de la monja benedictina había una palabra que me llamó la atención y que ahora ha salido a relucir con motivo de la campaña de vacunación: los coadyuvantes. Se trata de unas sustancias eficaces, que acompañan al principio activo de la vacuna, pero que potencialmente son muy peligrosas por los efectos secundarios o no deseados que pueden provocar. De ahí que los coadyuvantes se hayan retirado de las vacunas que se suministrarán a las embarazadas.
Del video de Forcades se me quedaron unas cuantas cosas en la cabeza, que ofrezco aquí como elemento para la reflexión y quizá también como acicate para profundizar más en el asunto, sobre todo aquellas personas a las que se haya pedido o recomendado la vacunación:
1.- No vacunarse, dado que el grado de mortalidad que presenta el virus de la Gripe A es inferior al de la llamada gripe normal o estacional; y dado que todo el proceso se ha hecho a marchas forzadas, con el consiguiente peligro de que los controles de seguridad hayan fallado en algún punto.
2.- Es sospechosa la celeridad con que actuó la OMS para declarar la pandemia y la alerta mundial de nivel seis, cuando apenas se habían producido unas pocas muertes.
3.- Es sospechosa la garantía de inmunidad (por lo que pudiera pasar) que han obtenido los laboratorios fabricantes, con la excusa de la premura de tiempo.
4.- Es irresponsable el uso de los coadyuvantes para incrementar más aún la respuesta del sistema inmunológico. El riesgo, según Forcades, es que a cambio de evitar unas pocas muertes se provoque la aparición de miles y miles de personas gravemente afectadas por esa respuesta excesiva de su sistema inmune.

Como decía Marco Antonio del noble y honrado Bruto, por qué vamos a dudar de sus palabras si todos sabemos que es un hombre honrado. Bruto, en este caso, son nuestros Gobiernos: ¿Por qué vamos a dudar de sus recomendaciones si todos sabemos que sólo se preocupan por el bien común?

martes, 20 de octubre de 2009

EL DEBATE DE PRESUPUESTOS: SALGADO HABLA DE RECUPERACIÓN Y RAJOY DE CHAPUZA LETAL

El Pleno del Congreso aprobará este miércoles, salvo sorpresa mayúscula, la toma en consideración del proyecto de Presupuestos para 2010. El Partido Socialista cuenta con una cómoda mayoría para rechazar las enmiendas a la totalidad presentadas por el Partido Popular, Convergencia i Unión, Esquerra Republicana, Izquierda Unida, Bloque Nacionalista Galego y Unión, Progreso y Democracia. Si todos los diputados acuden a la votación, el resultado podría ser de 178 votos en contra de las enmiendas ( y a favor de los Presupuestos, por tanto) y 172 a favor.
En su defensa del proyecto, Elena Salgado (que se mostró un poco molesta por la insistencia de Rajoy en dirigirse al Presidente del Gobierno y no a ella) , dijo que son unas cuentas públicas para mitigar el impacto de la crisis y sentar las bases para la recuperación, aunque reconoció que lo más duro seguirá siendo el altísimo porcentaje de paro que sufre nuestro país. Como era de esperar, la Vicepresidenta Segunda defendió la subida de impuestos, que afectará a todos los ciudadanos, sean ricos o pobres, a través del incremento de los tipos del IVA. Según Salgado, los tres objetivos principales de su proyecto son estimular la recuperación, fortalecer la protección social y preparar al país para un nuevo modelo de crecimiento (que, por cierto, no se ve por parte alguna.)
Frente al optimismo obligado de la Ministra de Economía, el Presidente del PP entró a saco contra unas cuentas públicas que, según dijo, "son una chapuza letal para España, porque no hay nada en ellas para sustentar alguna esperanza de futuro; son letales para los intereses de las clases trabajadoras y las clases medias, que constituyen la inmensa mayoría". Rajoy pidió la devolución de un proyecto que significa, a su juicio, más paro, más impuestos y más expansión de la deuda pública. El líder popular extrajo la conclusión de esos posibles efectos letales del hecho de que las Administraciones Públicas están "acaparando el crédito y están hundiendo a las empresas, que son las que tienen que crear bienestar y empleo". Este argumento fue rechazado por Salgado, quien aseguró que los bancos cuentan con liquidez suficiente para atender las demandas de préstamos. Lo que pasa más bien, según sus datos, es que en el pasado hubo un exceso de endeudamiento por parte de las empresas y de las familias; y ese exceso es el que se está corrigiendo ahora con el estallido de la burbuja inmobiliaria y otros estallidos.
Mientras seguía el debate desde la tribuna de prensa, me hacía yo algunas preguntas. En primer lugar, el presunto carácter social de los Presupuestos porque más del 51 por ciento del total se destina a ese tipo de gastos ( las pensiones y la protección por desempleo, principalmente.) Incluso en la época del PP se hablaba del carácter social de los Presupuestos, de modo que decir eso es casi como no decir nada: Sólo con cumplir las obligaciones legales, el gasto social acapara la mitad o más del gasto total.
En segundo lugar, la presión fiscal. Salgado dijo que, aun contando con la subida de impuestos, la presión fiscal sólo se incrementará un 0,6 por ciento del PIB y que seguirá muy por debajo de la media europea y por debajo de la que había en el año 2004, cuando los socialistas llegaron al poder. La pregunta es si podemos aspirar a unos servicios públicos y unas prestaciones sociales que estén en la media europea, con una presión fiscal muy inferior a esa media. Por otra parte, hay que reconocer que el Gobierno muy probablemente se ha encontrado entre la espada y la pared, pero lo cierto es que Rodríguez Zapatero, en su primera conferencia de prensa después de las vacaciones del verano, prometió que no se tocarían ni las rentas del trabajo ni las de las empresas. Promesa incumplida, porque sí que se han tocado las rentas del trabajo mediante la supresión de los famosos 400 euros. Y la subida del IVA en 2 puntos viene a ser como si nos hubieran recortado los salarios en un 2 por ciento. El cinturón, por desgracia, siempre tienen que apretárselo los mismos.

jueves, 15 de octubre de 2009

MAGDALENO GARCÍA-ALCALÁ: LAS VERDADES SENCILLAS QUE MERECIERON UNA MEDALLA DE ORO


He aquí un hombre por el que seguramente se podría meter la mano en el fuego. Uno de los pocos que yo he conocido. Un hombre forjado a sí mismo, como suele decirse a veces de otros que llegaron muy lejos en los más diversos campos, gracias al esfuerzo, al talento o a la suerte, que no deja de ser una forma de talento, como dice un amigo mío. Magdaleno García-Alcalá García, el más conocido y más querido líder obrero del Corredor del Henares, nunca pudo ir a la escuela, pero aún así supo encontrar el camino que le llevaría muy lejos, el camino que le haría conquistar el corazón de las gentes, desde sus compañeros de trabajo hasta sus compañeros de corporación municipal, pasando por sus vecinos del barrio de Reyes Católicos, en Alcalá de Henares, o sus paisanos de la toledana y vitivínicola Noblejas. Un camino que le llevó hasta La Moncloa, donde un viernes de 2002 el Consejo de Ministros acordó otorgarle la Medalla de Oro al mérito en el Trabajo, junto con otros españoles distinguidos, como Luis García Berlanga y Amparo Rivelles.
Unos centenares de personas -no todos sindicalistas, desde luego- se reunieron este pasado miércoles en la sede alcalaína de Comisiones Obreras para tributarle un homenaje, con motivo de la publicación de un libro que relata su vida azarosa, entregada a una única causa: mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la clase proletaria. Entre esas personas estaba yo recordando una vieja anécdota que tal vez sirva para comprender en qué consiste esa cosa tan indefinible que solemos llamar carisma.
Sucedió una mañana en el tren de cercanías. Él probablemente había dejado ya de ser el Secretario General de Comisiones en Alcalá y estaba jubilado, después de más de tres décadas trabajando en lo que primero fue la Perlofil, luego la Seda de Barcelona y finalmente Poliseda. Yo iba a mi trabajo. Nos pusimos a hablar de nuestras cosas, a recordar las viejas historias compartidas, a comentar la actualidad de aquellos días. De pronto, en una de las paradas, una señora de mediana edad, al bajarse del tren, se dirigió a él y le dijo: El mundo sería un lugar mucho mejor si hubiera muchas personas como usted. Lo cuento tal como sucedió. Los dos íbamos hablando de lo mismo, estábamos de acuerdo en lo que decíamos, no había debate o discusión entre nosotros.¡Pero la señora se dirigió a él y no a mí! Habló en singular. No dijo "el mundo sería un lugar mucho mejor si hubiera muchas personas como ustedes".
La iniciativa de publicar este libro, del que ha sido autor el periodista Armando B. Ginés, fue de sus compañeros en la dirección comarcal de CC.OO. Se titula Pregunta por Magdaleno y tiene el valor de las cosas sencillas y auténticas, que se presentan tal cual son, sin artificios ni rodeos. El propio Magdaleno, luego de subrayar la emoción que le producía el homenaje, lo dejó dicho: Estoy contento con lo que soy, nunca quise ser otra cosa, he sido y voy a seguir siendo un defensor de la clase obrera, un defensor de la unidad sindical con UGT; todo lo que se ha escrito en el libro lo digo como lo siento y espero que nadie se moleste.
Detrás de cada hombre inteligente hay siempre una mujer...asombrada, dice el chiste conocido. Pero la vida de Magdaleno, al que la represión franquista dejó huérfano cuando apenas era un niño de teta, admite pocos chistes. Sí es cierto, sin embargo, que su vida de sindicalista no habría sido posible sin el sacrificio callado de Benita, su mujer, que confiesa en las páginas finales de este relato autobiográfico haberse sentido muy sola muchas veces. Magdaleno y Benita forman una pareja a la vieja usanza: él salió a la calle para pelear bravamente por el sustento familiar y ella lo administró con mano de hierro. Benita ha sido el último interlocutor "patronal" al que se ha enfrentado nuestro hombre, según cuenta ella misma. El resultado de la negociación, como en todo buen convenio, ha dejado contentas a las dos partes: Se ha elevado a 170 euros la asignación mensual de la que dispone el sindicalista para sus gastos personales, la gasolina del coche y las chucherías de los nietos. El resto de la pensión se destina a los gastos generales de la casa.

jueves, 8 de octubre de 2009

LA IRRACIONALIDAD EXUBERANTE Y LAS CORRUPCIONES RAMPANTES

Nos preguntábamos aquí antes de las vacaciones del verano qué estaba pasando en las Bolsas mundiales, y particularmente en la Bolsa española que es la que uno puede seguir un poco más de cerca. No parecía lógico (más bien parece un contradiós) que el Ibex 35 haya subido en lo que va de año casi tres veces más de lo que han subido los índices de Nueva York o del mercado europeo, cuando todos los datos y pronósticos sobre la economía española son más pesimistas que los referidos al resto de economías más desarrolladas.
Desde Estambul, donde el Fondo Monetario Internacional ha celebrado su reunión de otoño, nos ha llegado una explicación. "La exuberancia irracional ha vuelto a los mercados", afirmó sombríamente el profesor Joseph Stiglitz, premio Nobel de economía. A su lado estaba uno de los más afamados especuladores de todos los tiempos, George Soros, quien dijo que la aparente euforia actual contrasta con la realidad de una recuperación "muy frágil y muy lenta". Y también estaba por allí el hombre que ha cobrado justa fama por haber sido uno de los poquitos que predijeron la catástrofe que se nos venía encima: Nourel Roubini, quien, a modo de aviso para navegantes, aseguró que "la Bolsa ha subido demasiado alto, demasiado pronto y demasiado rápido".
Antes de leer estos comentarios en los periódicos, le planteé la cuestión a un querido colega que se dedica a la información financiera. Me dijo que la explicación estaba en la enorme liquidez que existe en el sistema, gracias a las inyecciones millonarias que se hicieron para evitar la quiebra de los bancos y gracias también (esto lo añado yo) al esfuerzo ahorrador de las familias y las empresas, dado el cariz de la crisis.
Uno que puede haber contribuido bastante a estos excesos de liquidez es el encarcelado Francisco Correa, presunto cabecilla de la trama Gürtel, que había extendido sus tentáculos por toda la organización del PP. De Correa, gracias al levantamiento del secreto del sumario, hemos conocido al menos dos datos asombrosos: desde 1999 no se molestaba en declarar ingreso alguno a la hacienda pública y además se hacía llamar don Vito. No sé si Correa habrá visto El Padrino, la insuperable saga filmada con mano maestra por Francis Ford Coppola. En la tercera parte hay una secuencia inolvidable en la que don Vito, sintiendo ya el aliento de la muerte en el cogote, se queja porque "toda mi vida he luchado por conseguir que los negocios de la familia Corleone fueran perfectamente legales; y cuanto más arriba subo, más corrupción encuentro". A lo mejor Correa trató de que todo fuera perfectamente legal y otros más poderosos y más corruptos le empujaron a hacerlo de la forma en que ahora refleja el "maldito pen drive". ¡Ay, si no existiera el maldito pen drive...!
El que tiene una moneda la cambia, dice el proverbio, no sé si árabe o judío. Y el FMI pronostica que hasta 2014 no tendremos los españoles tantas monedas como teníamos en 2008. O sea, que nuestra riqueza nacional, en términos de PIB, tardará seis años en ser lo que era. Lo que pasa es que no hay manera de que las monedas se repartan equitativamente: mientras a muchos no les llegan a algunos les rebosan los bolsillos, y de ahí la exuberancia que tanto preocupa a los académicos. A ver si encuentran una fórmula que podamos premiar un día con el Nobel.

viernes, 2 de octubre de 2009

SOBRE LA RIQUEZA Y LA POBREZA: UN ARGUMENTO DE AUTORIDAD

Me siento al teclado cuando faltan menos de dos horas para que los representantes de Madrid 2016 suban a la tribuna del Bella Center de Conpenhague para defender nuestra candidatura. Y mientras toco madera a la espera del desenlace vuelvo mis pasos sobre lo que escribíamos aquí hace unos días y que luego cobró rabiosa actualidad con ocasión de la multimillonaria pensión recibida por el ex-Consejero Delegado del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, a cambio de dejar vía libre a su jefe inmediato, don Francisco González, Presidente de la entidad bancaria.
Lo que reiteradamente hemos sostenido en ZD es que la cuantía de este tipo de retribuciones (a pesar de la escandalera provocada, hay que recordar que los ingresos anuales de Gorigolzarri apenas eran una cuarta parte de los de su jefe) resultan abusivas porque no guardan relación alguna con el valor real del trabajo que estas personas aportan a sus empresas y porque además son fijadas en su cuantía por las mismas personas que se van a beneficiar de ellas. Alguien ha escrito que este argumento nuestro contra los sueldos estratosféricos es pura demagogia. Así que nos hemos tomado la libertad de aportar al debate los argumentos de un pensador español que tiene acceso a las páginas de los grandes diarios nacionales.
Nos referimos a don José Vidal-Beneyto, quien escribió hace unas semanas un artículo titulado La abominación que no cesa y que concluía con estas dos preguntas: ¿Qué razones pueden esgrimirse para justificar que el patrimonio de las 10 primeras fortunas del mundo sea superior a la suma de las rentas nacionales de los 55 países más pobres? ¿Cuándo dejaremos de tolerar tanta ignominia, cuándo pondremos fin a tanta abominación? Antes de llegar a esta conclusión, Vidal-Beneyto nos recordaba que "en Estados Unidos el 1 por ciento de los habitantes situados en la cumbre patrimonial disponen de una fortuna superior a la suma de las que tienen los 170 millones de estadounidenses con menores recursos". Y, hablando de retribuciones salariales, citaba un informe del Wall Street Journal según el cual "un director ejecutivo medio gana hoy en día 364 veces más que un empleado medio, cuando hace 40 años apenas llegaba a 20 veces más". Es razonable pensar que en España está pasando otro tanto, porque los ingresos anuales de algunos presidentes de la gran banca equivalen a casi 1000 veces el salario medio publicado por el INE hace unos días.
Se esgrime a veces, para justificar tanta desmesura, la gran valía profesional de los agraciados, pero Vidal-Beneyto cita algunos ejemplos que demuestran hasta qué punto es falsa esa justificación en multitud de ocasiones. Entre estos ejemplos cabe destacar el de Hank MacKinnell, presidente de la multinacional Pfizer, que perdió durante su mandato la friolera de 137.000 millones de dólares. Eso no impidió que el señor MacKinnell se llevara 200 millones en concepto de indemnización. O el de Daniel Bernard, presidente de Carrefour, cuya mala gestión llevó a una crisis en la que perdieron su empleo más de 1000 empleados. Aún así, consiguió embolsarse unos 210 millones en aplicación de su contrato blindado.
Esto es lo que hay, queridos lectores de ZD, la dura realidad es inocultable e injustificable. "Mi lucha es dura y vuelvo/ con los ojos cansados de haber visto/ este mundo que no cambia", dejó escrito el gran Pablo Neruda. Me parece que la única esperanza está en la opinión pública, en la presión que la opinión pública pueda ejercer sobre los poderes políticos para que se ponga coto a esa injustica creciente.

LA CORAZONADA NO PUDO SER

Al final Madrid se quedó sin los Juegos de 2016. Una derrota doblemente dolorosa, porque viene a unirse a la sufrida en Singapur y porque la distancia con respecto a Río fue abismal en la votación decisiva. Hay que felicitar a la ciudad brasileña por apuntarse el éxito histórico de que por primera vez los Juegos vayan a celebrarse en Sudamérica. Hay que agradecer a los miembros de la candidatura madrileña el trabajo que han llevado a cabo y, por su puesto, hay que insistir en que Madrid se merece organizar unos Juegos. Yo creo que dos derrotas no deben ser argumento suficiente para dejar de intentarlo. Y que no se me olvide: felicidades a la amable lectora que profetizó la victoria de la ciudad carioca. Nunca deseé tanto que uno de mis lectores estuviera equivocado y también deseé estar equivocado en mis temores. Esperemos que la decepción no se convierta en depresión.