lunes, 13 de julio de 2009

FINANCIACIÓN AUTONÓMICA: EL DINERO COMO GRASA CONSISTENTE DE LA POLÍTICA

Hace muchos años -en la prehistoria quizá- un viejo profesor de la Escuela de Maestría solía decirnos que la grasa consistente es la herramienta principal de la mecánica. Yo no supe qué cosa era la grasa consistente hasta que un día el encargado del taller me mandó a comprar una lata y creí que me estaba tomando el pelo. Desobedecer una orden no era entonces una opción posible, así que me fui cabizbajo a hacer el recado y así aprendí no sólo que tal producto -un derivado más del petróleo- existía, sino que cumplía la función primordial de evitar algo que la humanidad había descubierto muchos miles de años atrás: que el rozamiento continuado entre dos piezas puede acabar en incendio.
El Presidente del Gobierno y su Ministra de Economía han conseguido, por fin, que el roce continuado entre las Comunidades Autónomas y el Ejecutivo central no acabe en incendio. En algo más de 11.000 millones de euros se cifra el coste de la grasa consistente que han tenido que poner en los engranajes. Esos 11.000 millones se sumarán a los 114.000 que se distribuyeron entre las Comunidades en el ejercicio de 2007, que es el que se toma como base de partida para efectuar los cálculos.
"Todas las Comunidades saldrán ganando con el nuevo sistema", ha proclamado triunflamente un ZP que ve despejarse su horizonte político inmediato. Ahora bien, como la financiación autonómica no es un juego de suma cero, si las Comunidades ganan (unas más y otras menos) alguien tiene que salir perdiendo. Y ese alguien que pierde es la Administración Central del Estado, que va camino de convertirse en un gran cascarón vacío.
Supongo que no serán suficientes un par de tardes para desentrañar lo que Antonio Beteta ha llamado la "tortura estadística" y los periódicos del día califican de "galimatías". Pero al menos dos conclusiones parecen claras: se pone coto a la llamada solidaridad interregional (en la medida en que cada Comunidad se quedará con lo que recaude) y el Estado adelgaza un poco más para que puedan engordar los presupuestos que controlan los gobiernos regionales. El Estado (la Administración Central) pierde así capacidad de influencia real sobre los problemas sociales, los desequilibrios territoriales y la marcha de la economía del país.
Y la pregunta que cabe hacerse (mientras cada Comunidad echa las cuentas de lo que gana) es si hemos llegado a un modelo estable y perdurable (aunque a algunos no nos guste) o en el futuro comenzarán de nuevo los rozamientos y el Gobierno no tendrá más remedio que enviar al chico de los recados a por más grasa consistente, en forma de déficit y deuda pública, por supuesto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Impecable articulo Santiago.

El problema es… ¿a donde va toda esa grasa? En el caso de Andalucía, Las citas hospitalarias… sine die, los grupos escolares con clases prefabricadas sin calefacción y goterosas. Carreteras que se empezaron con la expo 92 sin terminar o mal hechas, la justicia sigue siendo un cachondeo colapsado. ¿A ver si va a ser que en Andalucía, el 24 % de la población activa son funcionarios? ¿A ver si va a ser verdad lo del granero de votos PER? Me ruborizan los subvencionados Cháves y adláteres.

¡¡Grasa consistente para las 17 cuevas de Alí-Babá!!

Concluyo; ¿es de izquierdas darle mas a quien mas tiene? (Cataluña) ¡¡ah… no!! Se me olvidaba que es el otro granero.

Saludos cordiales,
Esperanza

Anónimo dijo...

La verdad es que el año pasado estuve en Andalucía acompañando a un familiar que le operaron en la Axaquía. Es verdad que el proceso hasta que le intervinieron fue tan largo, más o menos, como en la Comunidad de Madrid. Todo lo demás en cuanto a atención al paciente y a los familiares, en este caso yo, fue abslutamente correcto y de una excelente profesionalidad. Aproveché el viaje para visitar algunas zonas y mi impresión general fue favorable. Naturalmente hay muchas cosas por mejorar, mas conviene no olvidar de donde se parte, sobre todo en el caso andaluz, no obstante cualquiera que venga a Madrid con ojo crítico aseguro que puede quejarse con razon de infinidad de cosas.
Un cordial saludo.
M.Sant Macía

Anónimo dijo...

Es verdad; aquí antes de que llegara Cháves and company andábamos con taparrabos de árbol en árbol. (Acépteme la broma)

En muchas cuestiones, Sr. Macía, estamos “mejor” que hace cuarenta años; en CORRUPCIÓN, NEPOTISMO, COHECHO, PARO y MALVERSACIONES VARIAS.

¡¡Dios mío CANAL patético SUR TV!!

¿Sabe ud. cuantos miles de millones de euros (grasa consistente) han pasado por las manos de los “gobernantes” andaluces en estos treinta años?. Un pequeño ejemplo: ¿Sabia ud. que el parque móvil andaluz es mayor que el de muchos países comunitarios y algunos extracomunitarios como por ejemplo Japón?

Viajo mucho a Madrid, y mi ojo crítico siempre me acompaña, y teniendo también en cuenta el punto de partida, no hay color como ha progresado y mejorado Madrid en todos los ámbitos. Quien dice Madrid, dice Galicia, Murcia, Extremadura…

Aclaración: que no quepa la menor duda, que el día que haya, si es que llego a verlo, un gobierno de otro signo político en mi querida Andalucía, seré igual de critica y en mi siempre encontrarán a una humilde pero inquebrantable Pepita Grillo que estará alerta ante cualquier injusticia perpetrada por el poder, sea de izquierdas, de centro, de derechas o del copón bendito. Que es justo lo que hecho de menos en algunos sectores sociales que no reconocen lo mal que lo hacen sus correligionarios. Bueno, en honor a la verdad, Santiago va mejorando por momentos. Le está costando, pero está en ello.

Feliz verano

Esperanza L.