lunes, 27 de julio de 2009

EL DIÁLOGO SOCIAL Y LAS LÍNEAS ROJAS

Después de la abrupta ruptura del diálogo social, el Presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha dicho que "yo no quiero romper con Zapatero, tenemos oportunidad de recuperar el diálogo. Por eso voy a proponer a la Junta Directiva (de CEOE) que apruebe la vuelta a la negociación en Septiembre, pero sin que nadie ponga líneas rojas".
En el aire ha quedado flotando, sin embargo, la impresión de que los negociadores de la patronal pusieron sobre la mesa la peor de las líneas rojas imaginables: la de no firmar nada que pudiera favorecer políticamente al Gobierno. Y ha quedado flotando, también, la sospecha de que el señor Presidente de la CEOE, que sueña con ver a su amiga Esperanza Aguirre de inquilina en La Moncloa, se ha empleado con entusiasmo en su papel de ariete del PP contra el Gobierno de ZP.
La situación, en resumen, era la siguiente: el PP enfangado en el caso Gürtel y en las luchas intestinas que parecían rebrotar de nuevo; el Ejecutivo fortalecido por el acuerdo de financiación autonómica, por la recuperación de una cierta estabilidad parlamentaria y por la seguridad de tener aprobados los Presupuestos 2010. Queda mucho para las elecciones de 2012, la memoria ciudadana tiende a ser frágil y nadie posee la bola de cristal para adivinar el futuro. Pero una cosa parece evidente: la consigna que se ha seguido a rajatabla en esta guerra es la de que "al enemigo, ni agua".
En ZD tenemos una marcada afición por los número y las matemáticas recreativas. Afición sin duda útil para trazar un panorama de la situación sobre la que se estaba discutiendo. Imaginemos un trabajador con un sueldo bruto anual de 20.000 euros. A ese sueldo la empresa que lo contrate tiene que añadir las cotizaciones sociales para conocer a cuánto ascienden sus costes laborales. Estas cotizaciones son las siguientes: Contingencias Comunes (un 23,6 por ciento), Desempleo (un 5,50), Formación Profesional ( un 0,60) y FOGASA (un 0,20), lo que da un total del 29,90 por ciento de esos 20.000 euros. A ello hay que añadir las cotizaciones por accidentes de trabajo (un mínimo del 1 por ciento y un máximo del 7 por ciento.) De modo que el trabajador de marras les cuesta a su empresario, como mínimo, 26.180 euros anuales.
El Gobierno, antes de la espantada final de CEOE, había aceptado una rebaja de 1,5 puntos en las cotizaciones, rebaja que aplicada a los 20.000 euros brutos de salario anual nos da un ahorro para el empresario de 300 euros anuales. Queridos lectores de ZD, conseguir en las negociaciones de los convenios una subida de una décima en las tablas salariales cuesta sangre, sudor y lágrimas. Se trataba de una rebaja de más del 1 por ciento en los costes salariales totales ¡y la patronal rompe las negociaciones porque lo considera insuficiente! ¿Esto qué es?¿ Una línea roja, una conspiración, un chantaje, un ultimatum, una artera maniobra para desgastar al Gobierno?

jueves, 23 de julio de 2009

EL PARADOR DE ALCALÁ: UN BUQUE INSIGNIA PARA EL TURISMO MADRILEÑO

Permitidme, queridos lectores de ZD, que por un día los contenidos de esta bitácora tomen un sesgo más localista para glosar la inauguración oficial del Parador de Alcalá de Henares, que lleva ya algunos meses abierto al público. Nada menos que el Presidente del Gobierno, la Presidenta de la Comunidada de Madrid y el Ministro de Industria y Turismo han asistido a la inauguración, que se ha celebrado a mediodía de este jueves, con los actores Juan Echanove y Leonor Waitling como brillantes maestros de ceremonia.
El Presidente de Paradores de Turismo, Miguel Martínez, se ha mostrado orgulloso por esta obra que ha calificado como "original, brillante y vanguardista" hasta el extremo de haber sido elegida para figurar en el MOMA de Nueva York, como una de las creaciones más destacadas de la arquitectura reciente. El nuevo parador ha supuesto una inversión de 45 millones de euros para ubicarlo en lo que antiguamente fue el convento-colegio de los Dominicos de Santo Tomás y más recientemente una cárcel para hombres. El edifico llevaba décadas de abandono hasta que, en 1998, el Ayuntamiento de Alcalá adoptó la iniciativa de cederlo para ampliar la red de Paradores.
José Luis Rodríguez Zapatero ha dicho que un parador como el inaugurado hoy viene a elevar la categoría de una la marca Paradores, "un parador excepcional para una ciudad excepcional, que contribuirá a mejorar la imagen internacional de España". El Jefe del Gobierno ha destacado la ya antigua colaboración de la Universidad de Alcalá con Paradores de Turismo ( no hay que olvidar que la famosa Hostería del Estudiante) fue acogida en uno de los edificios históricos de la Universidad) y ha destacado la ventaja añadida de la cercanía a Madrid y las buenas comunicaciones entre la capital y la ciudad cervantina. Rodríguez Zapatero ha aprovechado para anunciar el conjunto de medidas de modernización y apoyo al sector turístico que aprobará el Consejo de Ministros en su reunión extraordinaria en Palma de Mallorca.
Esperanza Aguirre ha recordado la felicidad que sintió en 2004 al participar en la colocación de la primera piedra de este proyecto, que se gestó siendo Rodrigo Rato vicepresidente del Gobierno. La Presidenta de la Comunidad ha dicho que para Alcalá, "una de las joyas de la Comunidad de Madrid, este parador es un paso decisivo para terminar de convertirla en un foco de irradiación cultural y turística de primer nivel".
Sólo resta añadir que el Parador, un establecimiento de cuatro estrellas con piscina de verano y spa, está ubicado en el centro histórico de la ciudad y en su recepción anuncia un precio de 225 euros para la habitación doble normal, un poco subido sin duda, pero yo creo que pueden conseguirse por bastante menos y no hay que olvidar que Paradores ofrece descuentos del 35 por ciento para los mayores de 55 años. Un gran lugar para una visita turística, una escapada romántica o unos días de relax al arrullo de las campanas.

viernes, 17 de julio de 2009

CASO GÜRTEL: SINFONÍA DE TRAJES, CHANTAJES Y MANDANTES

Mariano Rajoy habló por fin sobre las actividades de su Tesorero, que más que un leal colaborador va pareciendo por momentos un peligroso enemigo dentro de la propia casa. El líder del PP aseguró en Málaga que él es sospechoso de muchas cosas, afirmación retórica y sorprendente, pues que, en todo caso, le considerábamos sospechoso de "algunas cosas" ( haberse dejado arrastrar a un callejón sin salida por su Tesorero, por ejemplo ), pero no de "muchas cosas".
Luego de cimentar su frontispicio retórico, Rajoy añadió, muy campanudamente, que "si algo he demostrado en política es que no acepto chantajes ni presiones; dicho esto, a mí Bárcenas no me ha chantajeado; yo no funciono a base de presiones". ¿ Y el descabalgamiento de Ruíz Gallardón de las listas para el Congreso qué fue: un chantaje, una presión o una revelación? Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces, podríamos espetarle al señor Rajoy, con sólo atenernos a los dictados del sentido común, como él hace tantas veces. El presidente popular dice no saber (y eso que los despachos de ambos están muy próximos) si su Tesorero se ha llevado cajas y más cajas con documentación comprometida, pero el sentido común, a la vista de cómo van desarrollándose los hechos, parece indicar que es precisamente esa información delicada que posee la que mantiene a Bárcenas en su puesto.
Del mismo modo que no se deja chantajear por Bárcenas, el líder del PP tampoco se deja asustar por la desnudez política en que se encuentra el Presidente de la Generalitat Valenciana. Rajoy volvió a poner la mano en el fuego por el martirizado Camps, a quien, efectivamente, cada día encontramos más parecido físico con San Sebastián. "Creo que Camps pagó sus trajes, pero creo que es absurdo pensar que un presidente se venda por tres trajes. Y el sentido común es importante en derecho". Aquí lo que hace Rajoy es un acto de fe, no un ejercicio de sentido común. Lo que indica este último es que, si uno paga sus trajes, lo normal es que conserve alguna forma de demostrarlo.
Hace algunos años fui testigo de la entrada de Mario Conde en la prisión de Alcalá-Meco. Puede que los lectores de ZD no lo recuerden, pero lo que le llevó al trullo no fue la catástrofe general sufrida por Banesto, sino la imposibilidad de justificar algunas minucias concretas. ¿Cómo es posible -me preguntaba yo entonces y me pregunto todavía hoy- que un tipo que entró triunfalmente en Banesto con una inversión de miles de millones de pesetas, que puede adjudicarse a sí mismo el sueldo que le de la gana, se haya dejado atrapar por 300 miserables millones desaparecidos de la caja?
¿Cómo es posible que el Presidente de una Comunidad Autónoma esté en el peor atolladero de su vida por unos trajes que no valen ni la décima parte de su sueldo? El sentido común nos lleva a que esos trajes son sólo la punta de un iceberg cuyas dimensiones desconocemos por completo. El abogado de Camps asegura en su último recurso, con una prosa bastante enrevesada, que "mi mandante nunca autorizó a persona alguna para que en sustitución suya pagara con dinero de aquél prenda que él adquiriera". El defensor pretende también que nos creamos que "su mandante" no tiene capacidad alguna para influir en las decisiones de contratación adoptadas por las distintas consejerías. Al parecer, los regalos nunca existieron y si existieron fue a cambio de nada, sólo por la bonita cara de San Sebastián asaeteado que tiene el sñor Presidente de la Comunidad de Valencia.

lunes, 13 de julio de 2009

FINANCIACIÓN AUTONÓMICA: EL DINERO COMO GRASA CONSISTENTE DE LA POLÍTICA

Hace muchos años -en la prehistoria quizá- un viejo profesor de la Escuela de Maestría solía decirnos que la grasa consistente es la herramienta principal de la mecánica. Yo no supe qué cosa era la grasa consistente hasta que un día el encargado del taller me mandó a comprar una lata y creí que me estaba tomando el pelo. Desobedecer una orden no era entonces una opción posible, así que me fui cabizbajo a hacer el recado y así aprendí no sólo que tal producto -un derivado más del petróleo- existía, sino que cumplía la función primordial de evitar algo que la humanidad había descubierto muchos miles de años atrás: que el rozamiento continuado entre dos piezas puede acabar en incendio.
El Presidente del Gobierno y su Ministra de Economía han conseguido, por fin, que el roce continuado entre las Comunidades Autónomas y el Ejecutivo central no acabe en incendio. En algo más de 11.000 millones de euros se cifra el coste de la grasa consistente que han tenido que poner en los engranajes. Esos 11.000 millones se sumarán a los 114.000 que se distribuyeron entre las Comunidades en el ejercicio de 2007, que es el que se toma como base de partida para efectuar los cálculos.
"Todas las Comunidades saldrán ganando con el nuevo sistema", ha proclamado triunflamente un ZP que ve despejarse su horizonte político inmediato. Ahora bien, como la financiación autonómica no es un juego de suma cero, si las Comunidades ganan (unas más y otras menos) alguien tiene que salir perdiendo. Y ese alguien que pierde es la Administración Central del Estado, que va camino de convertirse en un gran cascarón vacío.
Supongo que no serán suficientes un par de tardes para desentrañar lo que Antonio Beteta ha llamado la "tortura estadística" y los periódicos del día califican de "galimatías". Pero al menos dos conclusiones parecen claras: se pone coto a la llamada solidaridad interregional (en la medida en que cada Comunidad se quedará con lo que recaude) y el Estado adelgaza un poco más para que puedan engordar los presupuestos que controlan los gobiernos regionales. El Estado (la Administración Central) pierde así capacidad de influencia real sobre los problemas sociales, los desequilibrios territoriales y la marcha de la economía del país.
Y la pregunta que cabe hacerse (mientras cada Comunidad echa las cuentas de lo que gana) es si hemos llegado a un modelo estable y perdurable (aunque a algunos no nos guste) o en el futuro comenzarán de nuevo los rozamientos y el Gobierno no tendrá más remedio que enviar al chico de los recados a por más grasa consistente, en forma de déficit y deuda pública, por supuesto.

martes, 7 de julio de 2009

LECTURAS VERANIEGAS: LOS HOMBRES QUE NO SABÍAN VIVIR SIN UN ORDENADOR

Superados los exámenes de Junio, en la casa ha hecho su entrada triunfal la literatura de evasión. La menor de mis hijas, lectora voraz, está ya por las últimas páginas de la segunda entrega de la saga Millennium. Ni siquiera intento seguir su ritmo, porque a mí me pasa con la prosa lo que a los protagonistas de la novela con el güisqui de muchos años: necesito saborearla despacio. Pero ya sé cómo termina no sólo la primera de las entregas, sino la saga completa.
Nunca me ha importado que me cuenten el final de una novela o de una película, porque, para mí, tan importante como el final es el camino que lleva al desenlace, y no sólo el camino, sino la forma en que el autor nos propone recorrerlo. Fiel a mis principios, el domingo me fui a ver la película basada en la primera entrega: Los hombres que no amaban a las mujeres. No desvelaré nada importante, por respeto y cariño a quienes sí les importe que les cuenten los finales. Pero sí dire un par de cosas: por lo que he leído hasta ahora, la película sigue con bastante fidelidad el desarrollo de la novela. Hoy en día la literatura se crea pensando, por encima de todas las cosas, en dar las mayores facilidades para convertirla en guión cinematográfico.
La segunda cosa que puedo decir es que no me pareció una buena película. Sobre la calificación tradicional que se emplea en los periódicos -de cero a cuatro estrellas - yo le pondría una, aunque la historia te mantiene entretenido y al salir no tienes la impresión de haber tirado los siete eurazos que ya cuesta una entrada. Hay una frase en la novela que me ha causado estupor e indignación: el 46 por ciento de las mujeres suecas ha sufrido alguna vez violencia física por parte de un hombre. Quién lo iba a pensar de la civilizadísima sociedad nórdica. Supongo que de ese dato sacó Stieg Larsson el título para su primera entrega.
¿Y qué podemos decir del estilo de Larsson? Porque el hombre es el estilo. ¿Qué podemos decir del camino y de la forma de recorrerlo? No tengo yo autoridad suficiente como para calificarlo de escombrera literaria, así que me limitaré a señalar, como los críticos que no quieren problemas, que el suyo es un estilo ágil y periodístico. Un estilo en el que todo suena a clic. Si hay una cerradura que no abre, se echa mano de la ganzúa de última generación y el cerrojo hace clic. Si nos topamos con un rompecabezas cuyas piezas resultan imposibles de encajar, se hace clic en el ordenador mágico y todo resuelto.
No creo que tenga fuerzas para leerme los tres volúmenes de Millennium. Las tendría, creo, si no estuviera convencido de que hay otras muchas obras literarias -antiguas y actuales- que no he leído y que son mucho mejores. Pero la presión publicitaria es apabullante. Ahí está el caso de Ildefonso Falcones. Hace un par de años me regalaron su primera incursión en el mundo de la literatura, La catedral del mar. No pude con ella. Antes de acabar el primer capítulo se me cayó literalmente de las manos cuando el autor me propuso un personaje, un siervo de la gleba que ha de ser analfabeto por definición, sermoneando a su hijo sobre los peligros e inconvenientes de morir "intestado". En su nueva entrega -La mano de Fátima- Falcones, o el corrector de estilo que dicen que la editorial había puesto a su servicio, nos hablan en la primera página del paísaje de las Alpujarras, donde al parecer hay ríos que "riegan" a otros ríos. Descuidos estílisticos que la formidable maquinaria comercial deglute como las cadenas de producción trituran cualquier cosa que no debiera estar allí y acaba formando parte de la salchicha o la hamburguesa.
Dicho todo lo anterior, debo añadir: si yo estuviera convencido de que tengo una cuarta parte del talento de un Larsson o un Falcones, también me dedicaría a hacer clic en el ordenador. Así que no me hagáis mucho caso. Bien pudiera ser que lo mío no sea otra cosa que envidia, pura y descarnada envidia.

viernes, 3 de julio de 2009

EL CIERRE DE GAROÑA: UNA DECISIÓN RAZONABLE

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha anunciado el cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña para 2013, lo cual supone prolongar en sólo 2 años más la vida útil de esta instalación en lugar de los 10 que había propuesto el Consejo de Seguridad Nuclear. La decisión, que no ha satisfecho a nadie, trata de hacer honor a los compromisos electorales del Partido Socialista y, al mismo tiempo, mitigar el daño directo o inmediato a los afectados por el cierre, principalmente las empresas propietarias, los trabajadores de la planta y los ciudadanos de la comarca burgalesa en que ésta se encuentra ubicada.
En ZD habíamos pronosticado hace unos días que el acuerdo más probable del Consejo de Ministros sería una vía intermedia entre el cierre en 2011 -final de los 40 años de vida útil previstos cuando se diseñó la central- y el cierre en 2020, tal como exigían los afectados y los partidarios de que la energía eléctrica de origen nuclear tenga un peso mayor en España. Es lógico que la de decisión de ZP haya suscitado las críticas desde los dos extremos, porque todo el mundo desearía ver cumplido su programa máximo. Pero, si se examina desde una posición más equilibrada, el anuncio del Ejecutivo parece lo más sensato.
En primer lugar, hay que tener en cuenta los compromisos electorales y las propias preferencias del Presidente del Gobierno, partidario de ir reduciendo el peso de la energía nuclear, aunque haya puesto sordina a la promesa inicial ( que no se va a cumplir ) de tener todas las nucleares cerradas para 2.020. En segundo lugar, se da un plazo de cuatro años para que los trabajadores y la comarca afectada se preparen para lo que en todo caso era inevitable: o se echaba el cierre ahora o se echaba dentro de seis años. Y finalmente, las empresas propietarias de la planta seguirán obteniendo suculentos beneficios durante cuatro años más: ellas habrían querido que fueran diez, o veinte, o cincuenta más, pero los programas máximos son difíciles de imponer cuando hay tantos intereses contrapuestos.
Algunos han hablado ( el editorial de EL PAÍS, por ejemplo ) de que el cierre de Garoña hará que aumente nuestra dependencia exterior y la cantidad de emisiones de efecto invernadero. Eso es demagogia pura. Las instalaciones de energías alternativas ya existentes pueden sustituir sin problema a la central de Garoña, que tan sólo aporta el 1,5 por ciento de la producción total de energía eléctrica. Y en cuanto a los gases de efecto invernadero, el verdadero problema está en la actividad económica en su conjunto y en los millones de coches que salen cada día a quemar gasolina en nuestras calles y carreteras. ¿Estamos dispuestos a prescindir del automóvil? La respuesta es no, queridos lectores de ZD; y sólo será sí cuando el petróleo esté tan caro que no nos lo podamos permitir.
Otras voces han señalado que sigue sin resolverse la cuestión de fondo: cuál es el futuro de la energía nuclear en España, que hoy en día representa alrededor del 18 por ciento de la producción total de electricidad. Esta es una observación certera, porque en lo que estamos es en la moratoria acordada en tiempos de Felipe González. El Partido Popular ( aunque Rajoy ahora promete que si gana en 2012 dejará sin efecto la orden de cierre ) en sus ocho años de gobierno no anuló esa moratoria y además procedió al cierre de la central de Zorita. Los partidarios del átomo presionan con todas sus fuerzas para que se autorice la construcción de nuevas centrales ( bajo el paraguas protector del Estado, eso sí, porque lo suyo es apostar sobre seguro ), pero el Gobierno actual tiene un compromiso con la ciudadanía que apunta en la direción contraria. Quizá el futuro deba resolverse mediante un referendum, pero eso no nos librará de una verdad incómodo, como diría Al Gore: tenemos que ser más ahorradores y menos derrochadores.