jueves, 31 de diciembre de 2009

PAZ Y AMOR, HERMANOS: LOS MEJORES DESEOS PARA 2010

Me siento a la máquina en este último día del año con el ánimo de agradecer a todos los seguidores de ZD la generosidad que derrochan dedicando una parte de su precioso tiempo a las "chorradillas" que van saliendo en esta página. No quería que la última de las "entradas" de 2009 fuera la que dediqué a la penosísima historia de la española María José Carrascosa, condenada a 14 años de cárcel en los Estados Unidos: casi como si hubiera matado a alguien.
"Si mi pluma valiera tanto como tu pistola", le dijo Machado a Líster en un momento de omnubilación poética. Si estas líneas valieran tanto como un sólo minuto de tu sufrimiento -le diría yo a María José- las dedicaría todas a reducir los largos años de encierro que te aguardan. Es terrible pensar de qué forma un sólo error puede destrozar la vida de una persona o de muchas personas.
Pero tratemos de recuperar el optimismo y la alegría, como ha hecho ZP anunciándonos que para finales de año la economía española puede estar creando empleo de nuevo. O como ha hecho la Bolsa española, apuntándose casi un 30 por ciento de ganancia, el segundo mejor en diez años, mientras el país corría sin freno hacia los cuatro millones y medio de parados.Y hasta es posible que una parte del dinero que ha alimentado la subida provenga de las indemnizaciones por despido. Es lo que tiene aquello que Margaret Thacher llamó el capitalismo popular.
Os propongo, a mitad de camino entre la broma y el análisis, una encuesta sobre las posibilidades de que Rajoy se tire al ruedo y le presenté una moción de censura a ZP. Feliz año nuevo a todos; y seguiremos en la brecha, porque, como han dicho los propios lectores de ZD en la encuesta anterior, habrá de todo y lo bonito será que podamos irlo contando.

viernes, 25 de diciembre de 2009

ERRORES DE CÁLCULO


Hacia mediados de los noventa, en una de esas tardes madrileñas de frío intenso y sol resplandeciente, me tocó informar a los oyentes de RNE de la entrada en prisión de Mario Conde. Seguramente yo era por aquel entonces el candidato ideal para cubrir aquella noticia de portada, porque mi casa está a tan sólo tres o cuatro kilómetros de la cárcel de Alcalá-Meco y porque era uno de los redactores más activos del Área de Economía.
Unos años antes de aquella pequeña asamblea que estábamos formando los periodistas a las puertas del penal, Mario Conde había sido la más rutilante estrella del panorama político-económico español. Solía haber más que codazos por ir a rendirle pleitesía y la Universidad Complutense lo elevó definitivamente a las alturas nombrándole Doctor "honoris causa". A mí mismo, debo reconocerlo, me fascinaba la habilidad de trilero que había mostrado en aquel espectacular "pelotazo" que fue la venta de Antibióticos a la italiana Montedison. "Voy a comprarme un banco", cuenta la leyenda que respondió Conde a un ministro socialista que le preguntó qué pensaba hacer tan joven y con tanto dinero.
Pero habían pasado diez años desde la irresistible aparición de la "pareja inversora" (Conde y Abelló) en las páginas de los periódicos, tiempo suficiente para cometer todo aquel cúmulo de errores de cálculo (puede que también alguna tropelía) que llevaron a la intervención de Banesto por el Banco de España el día de los Inocentes de 1993. Realmente, a las puertas de la prisión no había mucho que contar y casi ni siquiera pudimos ver la cara del preso, porque lo metieron al trullo en furgón con los cristales tintados que venía directamente desde la Audiencia Nacional. Pero el Director de la cárcel tuvo a bien contarnos el menú que iban a cenar los internos el día de Nochebuena; y con aquel menú, y algún que otro detalle, pude pergeñar una crónica bastante aseadita.
He recordado esta anécdota mínima leyendo en la portada del periódico la historia atroz de la española condenada a 14 años de cárcel por la justicia de los Estados Unidos, sentencia despiadada, según el adjetivo más utilizado, que le impuso el juez justo un día antes de Nochebuena. No sé quién lleva razón en el enrevesado pleito legal, pero me ha dolido no sólo la condena, sino el trato inhumano y degradante que supone obligar a la acusada a comparecer cargada de cadenas y grilletes. Me han dolido esas lágrimas en primer plano y las canas incipientes en los cabellos oscuros de esta mujer bella y obstinada. Esas canas son el anuncio de la lenta e implacable demolición que la cárcel ejecutará -está ejecutando ya- en su persona.
Lo que me asombra es el error de cálculo que cometió María José Carrascosa al viajar a los Estados Unidos pensando que la justicia le daría allí la razón con tanta facilidad como se la había dado aquí. Porque de lo que allí se la acusaba era nada menos que de secuestro, un delito muy grave. Y ella es abogada y tenía que saber el peligro que corría nada más pisar tierra americana. Pero no calculó bien, o actuó impulsivamente, y acabó cayendo en las garras de esa máquina trituradora que le ha dicho "el juego se ha acabado". No parece que el Gobierno español o la justicia española puedan hacer mucho por ella, más allá de prestarle apoyo humanitario y tratar de traerla para que cumpla aquí su condena. Una de las historias más tristes y más desgarradoras que nos deja este 2009 ya agonizante.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

EL BAILE DE LOS HIPÓCRITAS Y LOS CARADURAS

Vaya por delante mi agradecimiento a cuantos amigos siguen visitando esta página a pesar de que en los últimos tiempos, por razones que serían "cuento largo", no la "alimento" tan a menudo como desearía. Escribo bajo el pasajero síndrome pos-sorteo de Navidad, días de cierta tristeza en que una vez más (¿y cuántas van ya?) tenemos que asimilar que no nos queda otra que "seguir de pobres", como decía aquel relato de Ignacio Aldecoa.
La Lotería de Navidad nos dejó sin nada, pero el Instituto Nacional de Estadística tuvo a bien servirnos uno de sus barómetros mensuales en el que queda reflejado que una de las principales preocupaciones de los ciudadanos en este final de año es el comportamiento de nuestros políticos. Y la verdad es que no me extraña nada, en vista de que los casos de corrupción surgen por doquier, como las setas en un bosque después de las lluvias de otoño. Los tertulianos de guardia han querido salir al paso de esta preocupación asegurando que no debemos dejarnos engañar por la espuma que deja el oleaje, que la inmensa mayoría de quienes se dedican a la cosa pública lo hacen de forma honrada. Ojalá lleven razón los tertulianos de guardia, ojalá sea cierto eso que dicen, pero viendo el comportamiento de tanto caradura, de tanto "chorizo" con buenas apariencias, uno se pregunta si no será esa la regla y la honradez no será otra cosa que la excepción que confirma la regla.
¿Y al Presidente de Air Comet dónde lo colocamos? ¿En el club de los caraduras o en el de los hipócritas? Yo creo que un hombre que ha sido capaz de engañar con los avales a Cajamadrid, que deja tirados a miles de pasajeros, que pide la protección del Estado después de cantar las alabanzas de la libre empresa, y que no aplica en su trabajo como empresario aquello que va predicando, merece figurar como socio de honor en los dos clubes. Quizá merezca también que le hagan un hueco en el club de los perseguidos por el Código Penal.
Estas semanas finales de 2009 nos han traído algo así como una apoteosis de los hipócritas; y la victoria ha correspondido, me parece a mí, a esos medios de comunicación y esa opinión pública estadounidenses que se han cebado contra Tiger Woods por la historia de sus amantes secretas o sus contactos con prostitutas. El propio Tiger ocupa un lugar de relumbrón en el ejército de los hipócritas porque, llevando la vida que llevaba, no tuvo empacho en llenarse los bolsillos haciendo campañas publicitarias como abanderado de los "valores familiares". Me parece patética esa necesidad infantil de héroes inmaculados que padece la sociedad norteamericana, cuando sabemos a ciencia cierta que tal cosa no existe.
También aquí, en la piel de toro, hemos tenido que soportar una buena ración de hipocresía, servida a bombo y platillo por los sectores religiosos, políticos y sociales que se oponían a la reforma de la Ley del Aborto. Esos sectores que gritan tan desaforadamente son los mismos que correrían a comprar un billete para abortar en el extranjero si un miembro de su familia se encontratara en la tesitura de un embarazo no deseado. Hipócritas y caraduras: he ahí dos especies que uno desearía ver en extinción en estos tiempos de cambio climático.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

EL GOBIERNO DE ZP Y LA MIRADA DE LOS TUERTOS

Siempre me ha parecido fascinante el proceso de desgaste que sufren los gobiernos después de haber tenido un momento en que parecían tocados por la gracia divina. Es cosa de la fatalidad, como decía un personaje inolvidable de la película La jungla de asfalto.
Tuve la suerte de vivir muy de cerca aquella campaña triunfal que llevó a la mayoría absoluta de Aznar en las Elecciones del año 2000. Después vendrían fatalidades como la huelga general de 2002, la catástrofe del Prestige, la catástrofe de Irak y los atentados del 11-M. Ahora veo al Gobierno de ZP, con sus ojeras creciendo de un día para otro, preso de las fatalidades. ¿Qué culpa tenía de lo que pasó con el Alakrana? ¿Qué culpa tiene de la situación imposible generada por Marruecos con la activista saharaui Aminetu Haidar? Y sin embargo, ambas cosas han sido como dos misiles lanzados contra su línea de flotación.
También es fatalidad la rebelión de los internautas en días pasados, cuando la Ministra de Cultura dio a entender que podrían cerrarse algunas páginas dedicadas a la descarga ilegal de contenidos. A mí me parece que la apropiación indebida de un bien, se encuentre éste donde se encuentre, se parece más al delito de robo que al derecho a la libertad de expresión. Pero algunos han invocado este derecho -recogido en el artículo 20 de la Constitución- para justificar la descarga ilegal de contenidos.
Llego a la conclusión de que el Gobierno puede que este confuso y desorientado, puede que esté sufriendo los efectos de la mirada de una partida de tuertos, pero los ciudadanos tampoco estamos muy esclarecidos y tendemos a mezclarlo todo de una forma muy inconexa. Y al final se acaba echando la culpa a quien no deja de ser una víctima más de lo revuelto que está el mundo.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

EL CONSTITUCIONAL Y EL ESTATUTO DE CATALUÑA: LA IMPORTANCIA DE ATENERSE A LAS REGLAS

Una de las características de la democracia es que no admite atajos. Para llegar a las soluciones justas hay que seguir el procedimiento adecuado, de lo contrario la solución estará viciada de origen y acabará invalidada. Y no vale cambiar de reglas a mitad del partido. El encuentro completo debe jugarse con las reglas preestablecidas. No vale decir, por ejemplo, "nadie puede echar abajo lo que refrendó el pueblo de Cataluña", porque todos sabemos que el texto sometido a referendum podía ser impugando ante el Constitucional y todos sabemos que el Constitucional tiene competencias para decir qué ley se ajusta y qué ley no se ajusta a nuestra Carta Magna.
El Tribunal Constitucional es la clave de bóveda de nuestro sistema democrático y poner en cuestión sus decisiones es como querer echar abajo todo el edificio. Evidentemente, el método escogido para elegir a los magistrados del Constitucional no es el más satisfactorio y provoca a veces que éstos actúen de acuerdo a los intereses partidistas del grupo que les propuso o de acuerdo con su propios prejuicios ideológicos, morales o políticos. A lo mejor sería más satisfactorio -o quizá no- designar a los 12 miembros por sorteo entre todos los catedráticos de Derecho Constitucional. O por sorteo entre los 44 millones de ciudadanos españoles. Pero lo cierto es que no hemos encontrado un método que nos garantice la pureza, la honradez, la probidad y el sentido común de los elegidos. Así, pues, tendremos que atenernos a lo que hay, si lo que queremos es que el sistema democrático salga fortalecido. Y habrá que tener el valor de explicárselo a los conciudadanos catalanes, en el supuesto de que la esperada sentencia rechace cosas como el término "nación", los "símbolos nacionales" o la obligatoriedad de aprender el catalán.
Cuando los debates constitucionales, un senador de designación real, Antonio Pedrol Ríus, ya avisó de los conflictos que podrían venir si el Constitucional invalidaba una ley previamente refrendada por la ciudadanía. La enmienda de Pedrol lo que proponía es que el pronunciamiento del Tribunal se hiciera antes y no después del referendum. Enmienda que no se aceptó y ahora estamos donde estamos: El Estatuto de Cataluña puede sufrir un "cepillado" algo más severo del que, según Alfonso Guerra, se hizo en la Comisión Constitucional del Congreso. El Alto Tribunal tiene la palabra y lo que diga "va a misa", de acuerdo con el lenguaje popular. Y todo lo que no sea respetarlo será poner palos en las ruedas de nuestro sistema democrático.

lunes, 9 de noviembre de 2009

DON QUIJOTE, EL MURO, LAS BELLOTAS Y LA MAGDALENA DE PROUST

Por el título que le pongo a estas reflexiones, alguien no muy misericordioso podría pensar, en este lunes 9 de Noviembre de 2009, que lo que yo tengo es una considerable empanada mental, provocada quizá por un desayuno algo indigesto. Y sí, algo de razón tendría quien tal pensara porque la confusión y la desorientación han sido notas características en la evolución de la izquierda (también en la evolución del mundo entero) durante los veinte años transcurridos desde la caída del Muro de Berlín, aquel muro llamado "de la vergüenza".
Al recordar el nombre que se le dio a aquella obra siniestra comenzada por sorpresa en una madrugada aciaga de hace 48 años, me pregunto por qué no llamamos "muro de la vergüenza" al que construyen los isaraelíes para liquidar toda esperanza del pueblo palestino, por qué no llamamos "muro de la vergüenza" al que nosotros mismos hemos construido en nuestra frontera sur con África, por qué no llamamos "muro de la vergüenza" al que han construido los americanos en su frontera sur con México. Por qué a los que conseguían saltar el Muro de Berlín se les acogía al otro lado con los brazos abiertos y por qué a los que consiguen saltar los muros que nosotros hemos levantado lo que les espera es todo el aparato represivo del Estado, comenzando por las metralletas (o los fusiles de la Asociación Nacional del Rifle) en ristre.
¿Dónde estaba usted cuando cayó el Muro de Berlín? He tratado de recordarlo pensando en que, al salir a la calle, algún reportero enviado a hacer un trabajo de urgencia podría hacerme esa pregunta. Pero no lo he conseguido, mientras que sí puedo recordar perfectamente dónde estaba en la tarde del 23-F, en la tarde del 11-S o en la mañana del 11 de Marzo de 2004. Y el caso es que, desde un punto vista histórico, la caída del Muro tuvo más repercusión que cualquiera de esas otras fechas. Fue la confirmación, por si alguien no lo tenía claro ya a aquellas alturas, de que el sistema comunista era inviable. Y no sólo por la dictadura asfixiante en que había degenerado, sino por algo que afectaba a los propios fundamentos filosóficos del sistema: la imposibilidad de construir una economía eficiente y competitiva sobre la base de la propiedad colectiva de los medios de producción. Falta de libertad, violación continua de los derechos humanos y ausencia de estímulos individuales para ser más productivos fueron los ingredientes del cóctel que causó la ruina total de aquella gran esperanza que había nacido con la Revolución de Octubre 70 años atrás. Para las mentes más lúcidas de la izquierda, sin embargo, esa esperanza había dejado de existir varias décadas antes de que los berlineses del Este y el Oeste decidieran abrazarse encaramados a aquel Muro que les había dividido durante más de un cuarto de siglo.
Propiedad privada sí o propiedad privada no. Este vigésimo aniversario del comienzo de la unificación alemana me ha cogido leyendo El Quijote y me ha hecho recordar unas palabras que el valiente caballero les dirige a unos cabreros que acaban de invitarle a una cena a base de bellotas:
-"¡Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío! Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes"...Y siguió un buen rato, el caballero, con una larga y asombrosa perorata. Marx había leído El Quijote, pero quizá no prestó mucha atención a este pasaje ideado por el descreído Cervantes. Si lo hubiera hecho, habría comprendido cuán lejana e irrecuperable era aquella edad, presuntamente venturosa, en que todas las cosas eran comunes. El propio escritor alcalaíno relata que "toda esta larga arenga... dijo nuestro caballero, porque las bellotas que le dieron le trujeron a la memoria la edad dorada". Está claro que la magdalena de Proust -y los recuerdos que provoca en el autor- no se habrían convertido en el desayuno -o la merienda- más celebrados de la historia de la literatura si los especialistas hubieran caído en la cuenta de que su invención estaba ya inventada. Pero, ¿cómo poner al mismo nivel el glamour de los recuerdos provocados por una magdalena en un hijo de la alta burguesía que veranea en una playa de Normandía con las prosaicas bellotas recolectadas por unos cabreros analfabetos? También en la literatura ha habido y sigue habiendo clases.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

EL HAYEDO DE TEJERA NEGRA: UNA JOYA DE LA NATURALEZA CASTELLANO-MANCHEGA


Y cómo huir cuando no quedan islas donde naufragar, dice la canción que cantaba Ana Belén ("Peces de Ciudad", con letra de Sabina, creo) con esa voz suya tan hermosa que tanto nos ha emocionado. He aquí un lugar donde uno desearía naufragar para curarse del asco y el hartazgo de tantas corrupciones grandes y pequeñas, de tantas luchas miserables por el poder y el dinero. Un sitio que conserva toda su espectacular belleza al norte de la provincia de Guadalajara, mientras al sur de la región, por las Tablas de Daimiel, las entrañas de la tierra arden sin control.
El Hayedo de Tejera Negra tiene una superficie de 1641 hectáreas y fue declarado Parque Natural en 1978. Su importancia, según cuenta el folleto que entregan a los visitantes, no reside tanto en su extensión como en el hecho de haberse conservado en el centro de la península, gracias a la especial topografía de los valles umbríos en que se encuentra, lo cual favorece la formación de nieblas y el incremento de la humedad a temperaturas bastante bajas. Se encuentra en la localidad de Cantalojas, a la que se trada en llegar unas 2,5 horas desde Madrid. A la entrada hay un pequeño centro de interpretación y a partir de ahí una pista forestal conduce hasta el aparcamiento. En los días otoñales y festivos la afluencia de visitantes constituye una auténtica romería, pero en días laborables uno puede pasearse sin encontrar demasiada gente.

Hay dos itinerarios posibles, si bien el más recomendable para un paseo tranquilo que permita disfrutar a fondo los atractivos paisajísticos, es la llamada Senda de Carretas, que recibe su nombre del antiguo tránsito de carros que transportaban el carbón que se producía quemando muy lentamente la madera de las hayas y los robles. A lo largo del recorrido (6 kilómetros) encontraremos una reproducción de las antiguas carboneras antes de llegar al extraordinario mirador que constituye la pradera de Matarredonda. Es una ruta circular que discurre primero por la margen derecha del río Lillas (riachuelo, más bien) y luego se separa hacia la izquierda para ir ascendiendo suavemente por la ladera hasta llegar al Collado del Hornillo, desde donde se puede bajar de nuevo al aparcamiento. La mejor época para visitar este santuario de la naturaleza castellano-manchega es el comienzo del otoño, pero vale la pena en cualquier otra estación.

miércoles, 28 de octubre de 2009

"TENGO UNA PREGUNTA PARA USTED": DÍAZ FERRÁN RECONOCE QUE QUIERE ABARATAR EL DESPIDO

Los ciudadanos participantes en la última edición de "Tengo una pregunta para usted" fueron directos al grano y los líderes de la patronal y de los sindicatos fueron transparentes en sus respuestas. Quizá lo más interesante de la noche es que el Presidente de la CEOE reconoció que su propuesta de reforma laboral incluye un abaratamiento del despido. Gerardo Díaz Ferrán comenzó diciendo que ellos "nunca han propuesto ni abaratar el despido ni el despido libre", pero luego específico su propuesta de una nueva modalidad de contratación indefinida que llevaría incorporada un indemnización fija de 20 días por año trabajado.
El planteamiento de Díaz Ferrán es respetar los derechos "adquiridos" de los actuales trabajadores fijos (45 días por año en caso de despido improcedente) y una especie de chantaje para los temporales o los parados: si queréis un empleo fijo, primero aceptar un recorte de vuestros derechos futuros. Es evidente que, si se aceptara la nueva modalidad de contratación que promueve la CEOE, los derechos actuales se irían extinguiendo y, al final, sólo quedaría la indemnización que ellos proponen. En cuanto a las indemnizaciones multimillonarias de algunos altos directivos, el líder de la CEOE tuvo la gallardía de declararse "sorprendido" por su cuantía y de calificarlas como "inadecuadas".
También Cándido Méndez hizo un ejercicio de transparencia con una propuesta que, seguramente, llevaba preparada. Confesó que gana 2572 euros netos al mes, después de un descuento del 22 por ciento a cuenta del IRPF y del 6,4 para las cotizaciones sociales. Esto me lleva a pensar que el Secretario General de UGT no cobra pagas extraordinarias, porque si las cobrase su salario bruto anual estaría por encima de los 50.000 euros y eso exigiría una retención a cuenta del IRPF algo mayor de la que él reconoció en el programa de TVE. Pero, con pagas y sin pagas, se trata de "un buen salario", como también reconoció él mismo.
A Gerardo Díaz Ferrán lo vi muy pegado a la defensa de los argumentos políticos del PP, por ejemplo cuando insistía una y otra vez en la necesidad de "recuperar la confianza". ¿Le confiaría usted sus ahorros a este hombre que dice haber hipotecado su casa para salvar su compañía aérea? Yo no. También se mostró muy contrario a la subida de impuestos, porque, a su juicio, lo que hay que hacer es "reactivar el consumo". Pero el consumo desaforado es lo que está matando al planeta Tierra. Cada vez que oigo a alguien pidiendo una reactivación del consumo, me acuerdo de aquella película en la que los Hermanos Marx pedían desesperadamente "madera, más madera".
A Ignacio Fernández Toxo, un obrero cualificado como se definió él mismo, lo vi con bastante dominio del escenario, seguro y convincente en sus respuestas, aunque todos sabemos que el dinero que reciben los sindicatos para formación y subvenciones no siempre va a donde debería ir. La pasta de la que están hechos los sindicalistas no es distinta de la del resto de españoles y ya estamos viendo que en esta España nuestra, madre y madrastra, el que no pilla tajada es porque no puede, en el 95 por ciento de los casos. Dejo aparte a un 5 por ciento, en honor de Magdaleno García-Alcalá, del que hablábamos aquí el otro día y de mi amigo M. Sant, que me reprocha este concepto tan pesimista que tengo del ser humano.
En una par de cosas coincidieron al menos los líderes de la patronal y de los sindicatos: es necesario que el crédito fluya hacia las pequeñas y medianas empresas y es necesario recuperar el diálogo social. En el ambiente está la idea de que España necesitaría hoy algo parecido a lo que fueron los Pactos de la Moncloa. Pero aquellos pactos, no lo olvidemos, supusieron un fuerte sacrificio para los trabajadores y sería inadmisible que se intentara apoyar la recuperación a base de imponer más recortes de salarios y de derechos a los de siempre. El otro día el Instituto Nacional de Estadística levantaba acta de los sacrificios que llevan soportados los "pecheros": cuatro millones de parados y unos ingresos medios de 20.500 euros anuales brutos, cuando deberían ser no menos de 26.000 para mantener el mismo poder adquisitivo medio de hace tres lustros.

viernes, 23 de octubre de 2009

VACUNAS CONTRA LA GRIPE A: SOSPECHAS COADYUVANTES

El próximo día 16 va a comenzar en toda España la vacunación en masa contra la llamada Gripe A. Una cosa que se antoja sorprendente es que, siendo como es una dolencia leve y de escasa mortalidad, se haya insistido tanto en publicitar a bombo y platillo el inicio de la campaña y que se haya incluido a tanta gente en los grupos de riesgo: enfermos crónicos, las embarazadas, el personal sanitario, las fuerzas de seguridad, los bomberos, los de protección civil, los funcionarios de prisiones, etc.
En ZD no tenemos nada contra nadie (bueno, sí tenemos algunas cosas contra algunas gentes), pero el caso es que la noticia sobre el comienzo de la campaña me ha hecho recordar un interesante video que circula por Internet. Lo grabó una monja benedictina de Monserrat llamada Teresa Forcades que es experta en salud pública. Es un video largo (dura más de 50 minutos), pero no tiene desperdicio. Y yo recomiendo que se vea, porque oyendo las explicaciones de Forcades uno siente que está ante alguien que, indiscutiblemente, sabe de lo que habla.
El video es una diatriba muy bien estructurada y muy bien argumentada contra la Organización Mundial de la Salud, los Gobiernos y los laboratorios farmaceúticos implicados en la fabricación de las vacunas. Y ha conseguido despertar un gran interés, hasta el punto de que la periodista Rosa Montero lo comentó muy recientemente en su columna de la última página de EL PAÍS. Puede que a Forcades les pase como a aquellos investigadores que hace casi tres décadas insistían en que el orígen del llamado Síndrome Tóxico estaba en los tomates y no el aceite adulterado. También puede que la mayor debilidad de su argumentación resida en esa especie de conspiración universal que ella sugiere o denuncia.
Pero en el discurso de la monja benedictina había una palabra que me llamó la atención y que ahora ha salido a relucir con motivo de la campaña de vacunación: los coadyuvantes. Se trata de unas sustancias eficaces, que acompañan al principio activo de la vacuna, pero que potencialmente son muy peligrosas por los efectos secundarios o no deseados que pueden provocar. De ahí que los coadyuvantes se hayan retirado de las vacunas que se suministrarán a las embarazadas.
Del video de Forcades se me quedaron unas cuantas cosas en la cabeza, que ofrezco aquí como elemento para la reflexión y quizá también como acicate para profundizar más en el asunto, sobre todo aquellas personas a las que se haya pedido o recomendado la vacunación:
1.- No vacunarse, dado que el grado de mortalidad que presenta el virus de la Gripe A es inferior al de la llamada gripe normal o estacional; y dado que todo el proceso se ha hecho a marchas forzadas, con el consiguiente peligro de que los controles de seguridad hayan fallado en algún punto.
2.- Es sospechosa la celeridad con que actuó la OMS para declarar la pandemia y la alerta mundial de nivel seis, cuando apenas se habían producido unas pocas muertes.
3.- Es sospechosa la garantía de inmunidad (por lo que pudiera pasar) que han obtenido los laboratorios fabricantes, con la excusa de la premura de tiempo.
4.- Es irresponsable el uso de los coadyuvantes para incrementar más aún la respuesta del sistema inmunológico. El riesgo, según Forcades, es que a cambio de evitar unas pocas muertes se provoque la aparición de miles y miles de personas gravemente afectadas por esa respuesta excesiva de su sistema inmune.

Como decía Marco Antonio del noble y honrado Bruto, por qué vamos a dudar de sus palabras si todos sabemos que es un hombre honrado. Bruto, en este caso, son nuestros Gobiernos: ¿Por qué vamos a dudar de sus recomendaciones si todos sabemos que sólo se preocupan por el bien común?

martes, 20 de octubre de 2009

EL DEBATE DE PRESUPUESTOS: SALGADO HABLA DE RECUPERACIÓN Y RAJOY DE CHAPUZA LETAL

El Pleno del Congreso aprobará este miércoles, salvo sorpresa mayúscula, la toma en consideración del proyecto de Presupuestos para 2010. El Partido Socialista cuenta con una cómoda mayoría para rechazar las enmiendas a la totalidad presentadas por el Partido Popular, Convergencia i Unión, Esquerra Republicana, Izquierda Unida, Bloque Nacionalista Galego y Unión, Progreso y Democracia. Si todos los diputados acuden a la votación, el resultado podría ser de 178 votos en contra de las enmiendas ( y a favor de los Presupuestos, por tanto) y 172 a favor.
En su defensa del proyecto, Elena Salgado (que se mostró un poco molesta por la insistencia de Rajoy en dirigirse al Presidente del Gobierno y no a ella) , dijo que son unas cuentas públicas para mitigar el impacto de la crisis y sentar las bases para la recuperación, aunque reconoció que lo más duro seguirá siendo el altísimo porcentaje de paro que sufre nuestro país. Como era de esperar, la Vicepresidenta Segunda defendió la subida de impuestos, que afectará a todos los ciudadanos, sean ricos o pobres, a través del incremento de los tipos del IVA. Según Salgado, los tres objetivos principales de su proyecto son estimular la recuperación, fortalecer la protección social y preparar al país para un nuevo modelo de crecimiento (que, por cierto, no se ve por parte alguna.)
Frente al optimismo obligado de la Ministra de Economía, el Presidente del PP entró a saco contra unas cuentas públicas que, según dijo, "son una chapuza letal para España, porque no hay nada en ellas para sustentar alguna esperanza de futuro; son letales para los intereses de las clases trabajadoras y las clases medias, que constituyen la inmensa mayoría". Rajoy pidió la devolución de un proyecto que significa, a su juicio, más paro, más impuestos y más expansión de la deuda pública. El líder popular extrajo la conclusión de esos posibles efectos letales del hecho de que las Administraciones Públicas están "acaparando el crédito y están hundiendo a las empresas, que son las que tienen que crear bienestar y empleo". Este argumento fue rechazado por Salgado, quien aseguró que los bancos cuentan con liquidez suficiente para atender las demandas de préstamos. Lo que pasa más bien, según sus datos, es que en el pasado hubo un exceso de endeudamiento por parte de las empresas y de las familias; y ese exceso es el que se está corrigiendo ahora con el estallido de la burbuja inmobiliaria y otros estallidos.
Mientras seguía el debate desde la tribuna de prensa, me hacía yo algunas preguntas. En primer lugar, el presunto carácter social de los Presupuestos porque más del 51 por ciento del total se destina a ese tipo de gastos ( las pensiones y la protección por desempleo, principalmente.) Incluso en la época del PP se hablaba del carácter social de los Presupuestos, de modo que decir eso es casi como no decir nada: Sólo con cumplir las obligaciones legales, el gasto social acapara la mitad o más del gasto total.
En segundo lugar, la presión fiscal. Salgado dijo que, aun contando con la subida de impuestos, la presión fiscal sólo se incrementará un 0,6 por ciento del PIB y que seguirá muy por debajo de la media europea y por debajo de la que había en el año 2004, cuando los socialistas llegaron al poder. La pregunta es si podemos aspirar a unos servicios públicos y unas prestaciones sociales que estén en la media europea, con una presión fiscal muy inferior a esa media. Por otra parte, hay que reconocer que el Gobierno muy probablemente se ha encontrado entre la espada y la pared, pero lo cierto es que Rodríguez Zapatero, en su primera conferencia de prensa después de las vacaciones del verano, prometió que no se tocarían ni las rentas del trabajo ni las de las empresas. Promesa incumplida, porque sí que se han tocado las rentas del trabajo mediante la supresión de los famosos 400 euros. Y la subida del IVA en 2 puntos viene a ser como si nos hubieran recortado los salarios en un 2 por ciento. El cinturón, por desgracia, siempre tienen que apretárselo los mismos.

jueves, 15 de octubre de 2009

MAGDALENO GARCÍA-ALCALÁ: LAS VERDADES SENCILLAS QUE MERECIERON UNA MEDALLA DE ORO


He aquí un hombre por el que seguramente se podría meter la mano en el fuego. Uno de los pocos que yo he conocido. Un hombre forjado a sí mismo, como suele decirse a veces de otros que llegaron muy lejos en los más diversos campos, gracias al esfuerzo, al talento o a la suerte, que no deja de ser una forma de talento, como dice un amigo mío. Magdaleno García-Alcalá García, el más conocido y más querido líder obrero del Corredor del Henares, nunca pudo ir a la escuela, pero aún así supo encontrar el camino que le llevaría muy lejos, el camino que le haría conquistar el corazón de las gentes, desde sus compañeros de trabajo hasta sus compañeros de corporación municipal, pasando por sus vecinos del barrio de Reyes Católicos, en Alcalá de Henares, o sus paisanos de la toledana y vitivínicola Noblejas. Un camino que le llevó hasta La Moncloa, donde un viernes de 2002 el Consejo de Ministros acordó otorgarle la Medalla de Oro al mérito en el Trabajo, junto con otros españoles distinguidos, como Luis García Berlanga y Amparo Rivelles.
Unos centenares de personas -no todos sindicalistas, desde luego- se reunieron este pasado miércoles en la sede alcalaína de Comisiones Obreras para tributarle un homenaje, con motivo de la publicación de un libro que relata su vida azarosa, entregada a una única causa: mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la clase proletaria. Entre esas personas estaba yo recordando una vieja anécdota que tal vez sirva para comprender en qué consiste esa cosa tan indefinible que solemos llamar carisma.
Sucedió una mañana en el tren de cercanías. Él probablemente había dejado ya de ser el Secretario General de Comisiones en Alcalá y estaba jubilado, después de más de tres décadas trabajando en lo que primero fue la Perlofil, luego la Seda de Barcelona y finalmente Poliseda. Yo iba a mi trabajo. Nos pusimos a hablar de nuestras cosas, a recordar las viejas historias compartidas, a comentar la actualidad de aquellos días. De pronto, en una de las paradas, una señora de mediana edad, al bajarse del tren, se dirigió a él y le dijo: El mundo sería un lugar mucho mejor si hubiera muchas personas como usted. Lo cuento tal como sucedió. Los dos íbamos hablando de lo mismo, estábamos de acuerdo en lo que decíamos, no había debate o discusión entre nosotros.¡Pero la señora se dirigió a él y no a mí! Habló en singular. No dijo "el mundo sería un lugar mucho mejor si hubiera muchas personas como ustedes".
La iniciativa de publicar este libro, del que ha sido autor el periodista Armando B. Ginés, fue de sus compañeros en la dirección comarcal de CC.OO. Se titula Pregunta por Magdaleno y tiene el valor de las cosas sencillas y auténticas, que se presentan tal cual son, sin artificios ni rodeos. El propio Magdaleno, luego de subrayar la emoción que le producía el homenaje, lo dejó dicho: Estoy contento con lo que soy, nunca quise ser otra cosa, he sido y voy a seguir siendo un defensor de la clase obrera, un defensor de la unidad sindical con UGT; todo lo que se ha escrito en el libro lo digo como lo siento y espero que nadie se moleste.
Detrás de cada hombre inteligente hay siempre una mujer...asombrada, dice el chiste conocido. Pero la vida de Magdaleno, al que la represión franquista dejó huérfano cuando apenas era un niño de teta, admite pocos chistes. Sí es cierto, sin embargo, que su vida de sindicalista no habría sido posible sin el sacrificio callado de Benita, su mujer, que confiesa en las páginas finales de este relato autobiográfico haberse sentido muy sola muchas veces. Magdaleno y Benita forman una pareja a la vieja usanza: él salió a la calle para pelear bravamente por el sustento familiar y ella lo administró con mano de hierro. Benita ha sido el último interlocutor "patronal" al que se ha enfrentado nuestro hombre, según cuenta ella misma. El resultado de la negociación, como en todo buen convenio, ha dejado contentas a las dos partes: Se ha elevado a 170 euros la asignación mensual de la que dispone el sindicalista para sus gastos personales, la gasolina del coche y las chucherías de los nietos. El resto de la pensión se destina a los gastos generales de la casa.

jueves, 8 de octubre de 2009

LA IRRACIONALIDAD EXUBERANTE Y LAS CORRUPCIONES RAMPANTES

Nos preguntábamos aquí antes de las vacaciones del verano qué estaba pasando en las Bolsas mundiales, y particularmente en la Bolsa española que es la que uno puede seguir un poco más de cerca. No parecía lógico (más bien parece un contradiós) que el Ibex 35 haya subido en lo que va de año casi tres veces más de lo que han subido los índices de Nueva York o del mercado europeo, cuando todos los datos y pronósticos sobre la economía española son más pesimistas que los referidos al resto de economías más desarrolladas.
Desde Estambul, donde el Fondo Monetario Internacional ha celebrado su reunión de otoño, nos ha llegado una explicación. "La exuberancia irracional ha vuelto a los mercados", afirmó sombríamente el profesor Joseph Stiglitz, premio Nobel de economía. A su lado estaba uno de los más afamados especuladores de todos los tiempos, George Soros, quien dijo que la aparente euforia actual contrasta con la realidad de una recuperación "muy frágil y muy lenta". Y también estaba por allí el hombre que ha cobrado justa fama por haber sido uno de los poquitos que predijeron la catástrofe que se nos venía encima: Nourel Roubini, quien, a modo de aviso para navegantes, aseguró que "la Bolsa ha subido demasiado alto, demasiado pronto y demasiado rápido".
Antes de leer estos comentarios en los periódicos, le planteé la cuestión a un querido colega que se dedica a la información financiera. Me dijo que la explicación estaba en la enorme liquidez que existe en el sistema, gracias a las inyecciones millonarias que se hicieron para evitar la quiebra de los bancos y gracias también (esto lo añado yo) al esfuerzo ahorrador de las familias y las empresas, dado el cariz de la crisis.
Uno que puede haber contribuido bastante a estos excesos de liquidez es el encarcelado Francisco Correa, presunto cabecilla de la trama Gürtel, que había extendido sus tentáculos por toda la organización del PP. De Correa, gracias al levantamiento del secreto del sumario, hemos conocido al menos dos datos asombrosos: desde 1999 no se molestaba en declarar ingreso alguno a la hacienda pública y además se hacía llamar don Vito. No sé si Correa habrá visto El Padrino, la insuperable saga filmada con mano maestra por Francis Ford Coppola. En la tercera parte hay una secuencia inolvidable en la que don Vito, sintiendo ya el aliento de la muerte en el cogote, se queja porque "toda mi vida he luchado por conseguir que los negocios de la familia Corleone fueran perfectamente legales; y cuanto más arriba subo, más corrupción encuentro". A lo mejor Correa trató de que todo fuera perfectamente legal y otros más poderosos y más corruptos le empujaron a hacerlo de la forma en que ahora refleja el "maldito pen drive". ¡Ay, si no existiera el maldito pen drive...!
El que tiene una moneda la cambia, dice el proverbio, no sé si árabe o judío. Y el FMI pronostica que hasta 2014 no tendremos los españoles tantas monedas como teníamos en 2008. O sea, que nuestra riqueza nacional, en términos de PIB, tardará seis años en ser lo que era. Lo que pasa es que no hay manera de que las monedas se repartan equitativamente: mientras a muchos no les llegan a algunos les rebosan los bolsillos, y de ahí la exuberancia que tanto preocupa a los académicos. A ver si encuentran una fórmula que podamos premiar un día con el Nobel.

viernes, 2 de octubre de 2009

SOBRE LA RIQUEZA Y LA POBREZA: UN ARGUMENTO DE AUTORIDAD

Me siento al teclado cuando faltan menos de dos horas para que los representantes de Madrid 2016 suban a la tribuna del Bella Center de Conpenhague para defender nuestra candidatura. Y mientras toco madera a la espera del desenlace vuelvo mis pasos sobre lo que escribíamos aquí hace unos días y que luego cobró rabiosa actualidad con ocasión de la multimillonaria pensión recibida por el ex-Consejero Delegado del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, a cambio de dejar vía libre a su jefe inmediato, don Francisco González, Presidente de la entidad bancaria.
Lo que reiteradamente hemos sostenido en ZD es que la cuantía de este tipo de retribuciones (a pesar de la escandalera provocada, hay que recordar que los ingresos anuales de Gorigolzarri apenas eran una cuarta parte de los de su jefe) resultan abusivas porque no guardan relación alguna con el valor real del trabajo que estas personas aportan a sus empresas y porque además son fijadas en su cuantía por las mismas personas que se van a beneficiar de ellas. Alguien ha escrito que este argumento nuestro contra los sueldos estratosféricos es pura demagogia. Así que nos hemos tomado la libertad de aportar al debate los argumentos de un pensador español que tiene acceso a las páginas de los grandes diarios nacionales.
Nos referimos a don José Vidal-Beneyto, quien escribió hace unas semanas un artículo titulado La abominación que no cesa y que concluía con estas dos preguntas: ¿Qué razones pueden esgrimirse para justificar que el patrimonio de las 10 primeras fortunas del mundo sea superior a la suma de las rentas nacionales de los 55 países más pobres? ¿Cuándo dejaremos de tolerar tanta ignominia, cuándo pondremos fin a tanta abominación? Antes de llegar a esta conclusión, Vidal-Beneyto nos recordaba que "en Estados Unidos el 1 por ciento de los habitantes situados en la cumbre patrimonial disponen de una fortuna superior a la suma de las que tienen los 170 millones de estadounidenses con menores recursos". Y, hablando de retribuciones salariales, citaba un informe del Wall Street Journal según el cual "un director ejecutivo medio gana hoy en día 364 veces más que un empleado medio, cuando hace 40 años apenas llegaba a 20 veces más". Es razonable pensar que en España está pasando otro tanto, porque los ingresos anuales de algunos presidentes de la gran banca equivalen a casi 1000 veces el salario medio publicado por el INE hace unos días.
Se esgrime a veces, para justificar tanta desmesura, la gran valía profesional de los agraciados, pero Vidal-Beneyto cita algunos ejemplos que demuestran hasta qué punto es falsa esa justificación en multitud de ocasiones. Entre estos ejemplos cabe destacar el de Hank MacKinnell, presidente de la multinacional Pfizer, que perdió durante su mandato la friolera de 137.000 millones de dólares. Eso no impidió que el señor MacKinnell se llevara 200 millones en concepto de indemnización. O el de Daniel Bernard, presidente de Carrefour, cuya mala gestión llevó a una crisis en la que perdieron su empleo más de 1000 empleados. Aún así, consiguió embolsarse unos 210 millones en aplicación de su contrato blindado.
Esto es lo que hay, queridos lectores de ZD, la dura realidad es inocultable e injustificable. "Mi lucha es dura y vuelvo/ con los ojos cansados de haber visto/ este mundo que no cambia", dejó escrito el gran Pablo Neruda. Me parece que la única esperanza está en la opinión pública, en la presión que la opinión pública pueda ejercer sobre los poderes políticos para que se ponga coto a esa injustica creciente.

LA CORAZONADA NO PUDO SER

Al final Madrid se quedó sin los Juegos de 2016. Una derrota doblemente dolorosa, porque viene a unirse a la sufrida en Singapur y porque la distancia con respecto a Río fue abismal en la votación decisiva. Hay que felicitar a la ciudad brasileña por apuntarse el éxito histórico de que por primera vez los Juegos vayan a celebrarse en Sudamérica. Hay que agradecer a los miembros de la candidatura madrileña el trabajo que han llevado a cabo y, por su puesto, hay que insistir en que Madrid se merece organizar unos Juegos. Yo creo que dos derrotas no deben ser argumento suficiente para dejar de intentarlo. Y que no se me olvide: felicidades a la amable lectora que profetizó la victoria de la ciudad carioca. Nunca deseé tanto que uno de mis lectores estuviera equivocado y también deseé estar equivocado en mis temores. Esperemos que la decepción no se convierta en depresión.

martes, 29 de septiembre de 2009

MADRID 2016: EL DESTINO DE LA CORAZONADA

Más de medio millón de personas se concentraron el pasado domingo en el centro de Madrid para demostrar, una vez más, el indudable apoyo popular con que cuenta la candidatura de la capital de España para los juegos olímpicos de 2016. Pero este martes, un ácido Forges ( en su papel de humorista de cabecera de muchos) nos ha sorprendido con un chiste en el que nos presenta a su hérore asegurando que "tuve una corazonada, pero ahora, esperando al 2 de Octubre, tengo un retortijón".
¿Será posible que, a la hora de la verdad, el destino de Madrid vaya a ser ese? ¿Nos encontramos en el umbral de una nueva decepción como la de hace cuatro años? El Alcalde parece convencido de que el triunfo está en sus manos, gracias a un proyecto que casi todo el mundo coincide en calificar como muy sólido. Y hasta se ha permitido ironizar sobre la presencia del Presidente norteamericano en Copenhague: "que venga Obama da emoción a la cosa. Vuelvo a recordar que de todos los jefes de Estado el único que puede llamar compañeros al resto de miembros del COI porque ha sido deportista olímpico es el Rey de España".
No creo que ese pasado olímpico de don Juan Carlos sea garantía de nada. Hace cuatro años, en Singapur, el "pasilleo" diplomático de Tony Blair fue mucho más determinante y Londres se alzó con la designación para 2012. Evidentemente, estoy muy lejos de ser un experto en los oscuros mecanismos y equilibrios que llevan a cabo los miembros del COI para efectuar sus votaciones, pero hay un detalle que he comentado con algunos amigos y que no he visto reflejado en la prensa. El detalle es el siguiente: si en el palacio de congresos del Bella Center de Copenhague saliera victoriosa la candidatura de madrid, estaríamos asistiendo a una notable excepción a la regla no escrita de que los Juegos nunca se celebran dos veces seguidas en el mismo continente. Desde la II Guerra Mundial para acá, sólo en una ocasión se dio esta circunstancia: en 1948 se celebraron en Londres y en 1952 fueron en Helsinki.
Ahora nos encontramos con un competidor - Río de Janeiro - que representa a un país - Brasil - cuyo peso en el contexto internacional es superior al de España: no hay más que ver dónde estaba Lula y dónde ZP en la reciente foto de familia que se hicieron los líderes del G-20. Además, Río de Janeiro representa a un continente -América del Sur- donde nunca hasta ahora tuvieron lugar unos Juegos, mientras que Europa los ha acogido en siete ocasiones desde la contienda mundial. Y a Río de Janeiro tenemos que sumar la competencia de Chicago (aunque el movimiento olímpico no guarda muy buen recuerdo de Atlanta 96) y de Tokio, aunque en la capital japonesa ya se celebraron en 1964.
No sé si los responsables de la candidatura madrileña pensaron en este detalle. Algunos amigos me han dicho que sí que lo tuvieron en cuenta y, aún así, decidieron seguir adelante porque no creían que eso fuera un obstáculo insalvable. Esperemos que su decisión haya sido un acierto y que Madrid no reciba un nuevo portazo en las narices.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

SUELDOS Y SUELDAZOS: EL ESCÁNDALO QUE NO CESA

Desde la muy modesta tribuna que es ZD, hemos criticado en ocasiones las retribuciones estratosféricas que se adjudican a sí mismos los que podríamos llamar "grandes de este mundo", aquellos que retrataba Tom Wolfe en La hoguera de las vanidades. Y hasta les hemos puesto nombre, como por ejemplo el señor Francisco González, colocado a dedo por el Gobierno del PP al frente del BBVA, y que se lleva cada año la friolera de casi 20 millones de euros entre salarios, dietas, incentivos y aportaciones a su fondo de pensiones. Una cifra escandalosa donde las haya, aunque el BBVA tenga importantes beneficios, porque para nada se corresponde con el valor añadido que el trabajo del señor González aporta al producto final que el banco ofrece a sus clientes. Lo que ocurre, simplemente, es que el responsable de fijar las retribuciones del señor González es el propio señor González: como si el Director de las Apuestas del Estado tuviera la capacidad de establecer la combinación ganadora de cada semana. Y lo mismo que ocurre con la Presidencia del BBVA ocurre con el resto de grandes bancos y de grandes empresas, hasta el extremo que hoy existe un consenso bastante amplio sobre la incidencia que las retribuciones de los altos ejecutivos tuvieron en la crisis financiera. ¿Qué Bastilla deberíamos asaltar hoy para acabar con esta situación? La injusticia galopante y la confusión parecen constituir el signo de los tiempos.
Pero veamos qué ocurre con los ingresos de los que no pueden fijar la cuantía de sus salarios. El Instituto Nacional de Estadística acaba de dar a conocer su encuesta sobre la estructura salarial en España. Según la nota de prensa distribuida por este organismo dependiente del Ministerio de Economía, el sueldo medio de los trabajadores españoles alcanzó en 2007 la cifra de 20390 euros. Un dato que viene a confirmar las peores sospechas sobre el continuado deterioro de los salarios en los últimos años, quizá como consecuencia de que la mayor parte del empleo que se ha creado era de baja cualificación y mal retribuido; y quizá también como consecuencia de una política empresarial consistente en echar a los más viejos para sustituirlos por jóvenes, además de congelar o recortar el sueldo de "entrada" en la empresa.
Según la encuesta que el propio INE publicó en 1995 (con datos de 1993) la ganancia media de un trabajador español entonces era de 2.789.000 pesetas anuales. Redondeando un poco, nos sale una cifra anual de 16.800 euros. Si a esa cifra le aplicamos la actualización correspondiente al IPC ( un 55,5 por ciento de inflación acumulada entre el 93 y 2007) nos sale que la ganancia media en 2007 tendría que haber sido de 26124 euros anuales. Eso simplemente para mantener el poder a dquisitivo de los salarios. Esta es la situación de los asalariados españoles: ¡el sueldo medio está 6000 euros por debajo de donde debería estar para ser, en términos reales, igual que hace 16 años! Y todavía hay algunos -los que tienen el privilegio de fijar sus propios sueldos - que siguen predicando moderación salarial, despidos más baratos, etc.
Uno que predicaba incansablemente la moderación salarial era Juan Jiménez Aguilar, Secretario General de la CEOE, quien se llevó 1,8 millones de euros en concepto de indemnización cuando el actual equipo dirigente de la CEOE decidió no contar con él. La Ministra de Economía, Elena Salgado, se lo ha reprochado a la patronal y desde la organización que dirige Gerardo Díaz Ferrán han contestado diciendo que esa era la indemnización que le correspondía por despido improcedente. Olvidan un pequeño detalle: el cargo de Secretario General es un cargo electivo, no genera derechos laborales. Es como si José María Aznar, cuando dejó de ser el Presidente del PP, hubiera reclamado una indemnización por despido. Lo que ocurre es que zanjaron sus diferencias tirando de talonario, como tiró de talonario el señor Botín cuando tuvo que deshacerse del señor Amusátegui.
Ha dicho también la CEOE que el dinero es suyo, que ellos son una organización privada que vive de las cuotas de sus afiliados y que pueden hacer con ellas lo que quieran. Por supuesto que el dinero es suyo, pero ¿de dónde sale? Sale de las miserables subidas salariales que tan ferozmente regatean a los 15 millones de asalariados que pisamos la piel de toro.

viernes, 18 de septiembre de 2009

EL GRUPO PRISA LE PONE LA PROA A ZP

En ZD escribíamos no hace mucho sobre la soledad y desorientación en que veíamos atrapado al Presidente del Gobierno. Eran comentarios que venían a recoger una impresión bastante extendida en los ambientes políticos: no hace falta ser muy listo para repasar el inventario de los cadáveres que ha ido dejando en su camino el líder socialista. Y tampoco hacía falta mucha perspicacia para percibir el descontrol interno de un Ejecutivo que hoy anuncia una medida y mañana la rectifica, en función de las reacciones que se hayan producido.
Pero lo auténticamente noticioso - y lo que puede acarrear consecuencias graves para el jefe del Gobierno - es la comprobación (veremos qué pasa en las semanas y meses venideros) de que el Grupo PRISA parece haberle puesto la proa a ZP. El martes y el miércoles de esta semana han aparecido en el diario EL PAÍS dos editoriales que eran como dos misiles directos a la línea de flotación del Presidente. En muy contadas ocasiones el diario que dirige Javier Moreno lleva sus comentarios editoriales a la portada: sólo cuando se producen acontecimientos muy inesperados o de especial relevancia.
¿Qué ha pasado? Casi con toda seguridad hay algo oculto que ha disgustado al grupo PRISA, porque los bandazos o incoherencias de ZP no son argumentos suficientes para que los editoriales figuren en portada. Probablemente es necesario recordar los intentos socialistas de utilizar La Sexta como el núcleo a partir del cual configurar un grupo de comunicación próximo al PSOE: algo parecido a lo que intentó el PP de Aznar con Antena 3 y Telefónica como arietes. Este verano PRISA montó en cólera contra el Decreto Ley aprobado por el Consejo de Ministros para autorizar la TDT de pago, lo cual favorecía directamente a La Sexta, que al día siguiente puso en marcha su canal Gol TV. El jueves el Pleno del Congreso convalidó aquel Real Decreto y EL PAÍS recordaba en su portada que "la Constitución fija que el decreto ley sólo se debe utilizar en casos de extraordinaria y urgente necesidad", circunstancia que no concurría en esta ocasión.
Después de los dos "pepinazos" del martes y el miércoles, EL PAÍS volvía a la carga el viernes, asegurando que el Gobierno practica un descarado "clientelismo digital" y que "perjudica a los ciudadanos (carentes de descodificadores para la TDT de pago) para beneficiar a un grupo de comunicación afín". Muy probablemente esta acusación es cierta, porque resulta muy sospecho que el Gobierno utilizara la vía del Decreto Ley para autorizar la TDT de pago, como era sospechoso que en el año 2006 permitiera que la televisión encargada de ofrecer el Mundial de Fútbol fuera La Sexta, que no tenía capacidad técnica para hacer llegar la señal a todo el territorio nacional.
Pero una cosa son las críticas razonadas y otra lanzar editoriales contra el Gobierno desde la protada. No cabe duda de que PRISA se ha sentido perjudicada (y puede que también cabreada por conversaciones o negociaciones que desconocemos) y ha decidido lanzar un contraataque que puede tener, como decimos, consecuencias muy duras para el futuro de ZP y su Gobierno. Aunque también es cierto que tanto EL PAÍS como sus lectores han cambiado o hemos cambiado. Hubo un tiempo en que el contenido de sus informaciones y su línea editorial venían a ser como la verdad laica revelada para toda la izquierda española. Con los años hemos aprendido que de cuando en cuando se embarca en batallas que obedecen a sus propios intereses, batallas en las que acaba viéndosele el plumero, como a todos.

martes, 15 de septiembre de 2009

SABLES Y UTOPÍAS: UNA HORA CON MARIO VARGAS LLOSA


Hace muchos años, estando yo al frente del gabinete de prensa del Ayuntamiento de San Fernando de Henares, vino a visitarnos una delegación de alcaldes peruanos pertenecientes a la Izquierda Unida del país andino. En la comida que tuvimos con ellos saqué a relucir mi admiración por Mario Vargas Llosa, de quien por aquel entonces había leído un par de novelas que me causaron gran impacto: Pantaleón y las visitadoras y La ciudad y los perros. Mis interlocutores torcieron el gesto como si les hubiera mentado a la bicha y al punto plegué velas, comprendiendo que ellos preferían quedarse en el terreno del Vargas Llosa político y no del Vargas Llosa escritor.
Este sambenito - el de que la gente le juzgue más por sus ideas que por su literatura o que alaben esta última, pero subrayando siempre a continuación las discrepancias con la ideología que él defiende - ha perseguido toda la vida al novelista de Arequipa. Una situación quizá querida o, cuando menos, provocada por él mismo, ya que se ha dedicado intensamente a intervenir en el debate de las ideas políticas, desde sus posiciones iniciales favorables a la izquierda y a la revolución cubana hasta su defensa actual del liberalismo a ultranza.
Tuve la suerte de asistir el lunes, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, a la presentación de su último libro: Sables y utopías. Es una encomiable recopilación de artículos, ensayos, cartas, semblanzas y reportajes que nos llevan por el apasionante recorrido intelectual que ha hecho el autor de Conversación en La Catedral. Vargas Llosa, frente a la despolitización general que se aprecia en el gremio de escritores y creadores, sigue pensando que "el escritor tiene el deber moral de intervenir en el debate cívico, en el debate de las ideas". ¿Y por qué debe intervenir? "Porque la gran diferencia entre Europa y América Latina es que aquí hay instituciones democráticas consolidadas, mientras que allí todo está por definir: todo lo que se ha avanzado puede desaparecer, todo puede dar marcha atrás en América Latina, porque allí no existen los consensos básicos que sí existen en Europa". Para él países como Venezuela, Ecuador, Argentina, Bolivia o Nicaragua son claros ejemplos actuales de retrocesos más o menos graves en las libertades democráticas.
Era inevitable que casi todas las preguntas se centraran en las cuestiones políticas y en sus respuestas Vargas Llosa se mostró implacable consigo mismo y con los demás: "Cometí la insensatez de apoyar a las guerrillas en mi país contra un Gobierno que era democrático; me he equivocado muchas veces, pero en mi descargo debo decir que he reconocido esas equivocaciones y he tratado de enmendarlas. He sometido las ideas a la prueba de la realidad y por eso me he hecho liberal, porque el liberalismo no es dogmático y está dispuesto a aceptar la corrección de la realidad". "Lamento mucho que el Gobierno español apoye a Evo Morales, porque está haciendo una gestión no democrática y racista, lo cual es un tema explosivo en América Latina y especialmente en los países andinos". "Lo de saltarse las reglas de juego es una auténtica epidemia en Iberoamérica, Álvaro Uribe, al intentar su reelección por segunda vez, se está saltando las reglas y lo lamento mucho, porque no se pueden cambiar las reglas de la democracia para favorecerse a uno mismo".
En ZD hemos defendido hace algún tiempo que el evangelio liberal de Vargas Llosa necesita el suave cepillado de esa garlopa socialdemócrata llamada imposición fiscal directa. Es un evangelio casi fascinante en su formulación teórica, pero que en su ejercicio práctico viene a resumirse en el repetido grito de guerra que los ricos y poderosos lanzan contra el Estado: Aparta tus sucias manos de nuestros negocios. Pero nobleza obliga, queridos lectores, así que he aquí el credo liberal, tal como lo define el propio autor en su libro: "El liberal que yo trato de ser cree que la libertad es el valor supremo, ya que gracias a la libertad la humanidad ha podido progresar desde la caverna primitiva hasta el viaje a las estrellas y la revolución informática, desde las formas de asociación colectiva y despótica hasta la democracia representativa. Los fundamentos de la libertad son la propiedad privada y el Estado de Derecho, el sistema que garantiza las menores formas de injusticia, que produce mayor progreso material y cultural, que más ataja la violencia y el que respeta más los derechos humanos. Para esa concepción del liberalismo, la libertad es una sola y la libertad política y la libertad económica son inseparables, como el anverso y el reverso de una medalla. Por no haberlo entendido así, han fracasado tantas veces los intentos democráticos en América Latina.
Un libro altamente recomendable, publicado por la editorial Aguilar, más de cuatrocientas páginas para disfrutar a fondo con la prosa de uno de los mejores escritores de nuestro tiempo y para imitarle en una de sus pasiones irrenunciables: la pacífica confrontación de las ideas.

domingo, 13 de septiembre de 2009

EL "BOTELLÓN" COMO SÍNTOMA Y TRADICIÓN

Habíamos llegado hasta aquella aldea perdida -tierras altas del septentrión alcarreño - en busca de un sitio donde rematar la jornada senderista tomando un buen café calentito. Después de un par de vueltas no conseguimos encontrar ni café ni ciudadanos a los que preguntar, pero en cambio nos topamos con una joya impagable. En una de las paredes del viejo frontón, escrita en caracteres grandes e irregulares de un añil muy desvaído por el paso del tiempo, campeaba esta advertencia: Al forastero que venga a pretender, le cuesta la moza 500 pesetas.
He recordado esta anécdota, entrañable y mínima, leyendo las informaciones sobre los disturbios provocados en Pozuelo de Alarcón por jóvenes que hacían botellón. Me parece que hay un hilo conductor entre el comportamiento de estos mozos de ahora (que no saben lo que es pretender ni se les pasa por la cabeza pagar un peaje por ir con el botellón a otra parte) y el de aquellos otros que escribieron hace unas cuantas décadas el citado aviso para navegantes. Y ese hilo no es otro que el de la rebeldía sin causa, la desorientación frente a un mundo que no controlan, la necesidad de transgredir las reglas, el miedo a separarse de la masa, la búsqueda del propio yo bien diferenciado del yo de los mayores, etc.
Juventud y tendencia al gamberrismo han ido e irán siempre de la mano, aunque por fortuna los que cometen actos tan deplorables son una minoría. En Alcalá de Henares, durante las postrimerías del franquismo, eran famosas las peleas entre los estudiantes de la Universidad Laboral y los chicos del barrio que llamaban Campo del Ángel. El motivo: los chicos autóctonos no veían con buenos ojos el peligro de que las chicas del barrio prefirieran ligar con los "laborales". Tampoco era buena la convivencia con los militares de la Brigada Paracaidista. En cierta ocasión, una compañía arrasó literalmente una discoteca en venganza por una pelea anterior en la que ellos habían llevado la peor parte.
Desde hace algún tiempo los chicos y las chicas se dan al botellón. ¿Por qué? No porque sean peores, o más maleducados o más incívicos que los que les precedieron. Lo hacen, en primer lugar, porque es más barato, porque es lo que está más al alcance de sus menguados bolsillos. Los precios que se aplican en terrazas y bares de copas son escandalosos. Por ejemplo, este fin de semana se celebró en la plaza de toros de Alcalá una "Oktoberfest" al estilo de la que tiene lugar cada otoño en las cervecerías de Munich. Pues bien, medio litro de cerveza costaba 3,70 euros, casi un euro más de lo que cuesta tomarse ese mismo medio litro en la cervecería muniquesa donde Hitler hizo sus primeros pinitos como orador de masas. Y con la diferencia añadida de que en Alemania los sueldos son un 20 ó un 30 por ciento superiores a los de aquí.
En segundo lugar, los jóvenes se dan al botellón porque les divierte más beber en grupo -tanto más cuanto más grande sea el grupo - y porque desentonarían si trataran de ocupar o compartir los espacios que normalmente ocupan los ciudadanos de más edad y más dinero en el bolsillo. Es verdad que lo dejan todo perdido, pero tampoco en esto son los únicos: en la misma Alcalá, el espacio donde se instala cada semana el "mercadillo de los lunes" queda al final de la jornada como un campo de batalla, pero nadie se asusta por ello y el Ayuntamiento cumple diligentemente su obligación de enviar una brigada de limpieza.
Por supuesto que debemos hacer lo posible por recuperar la autoridad de los profesores y de las familias, como ha pedido muy oportunamente el Defensor del Pueblo. Eso lo suscribe cualquiera que tenga dos dedos de frente. Y por supuesto que los padres tienen que ser responsables civiles subsidiarios de los daños o desmanes que cometan sus hijos. Pero no nos engañemos: por la vía represiva no se va a acabar con el botellón. Es una forma de convivencia nacida de la necesidad, es el invento ideado por una generación de jóvenes para cumplir el deseo de estar juntos y de espaldas al mundo de los adultos. Es como los guateques de hace medio siglo, en los que también a veces estallaban broncas monumentales. Y desaparecerá cuando otra generación de jóvenes consiga inventar otra cosa para dedicarse a lo mismo de toda la vida.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

DEBATE ECONÓMICO EN EL CONGRESO: ¿LA BOTELLA MEDIO LLENA O MEDIO VACÍA?

Como era de esperar, el debate sobre la situación económica que atraviesa España se centró en la anunciada subida de impuestos, una medicina amarga que ZP, atrapado entre la espada y la pared, defendió con coraje. En medio del fuego graneado a que fue sometido desde los bancos de la oposición se aferró a su legitimidad para pedir a los ciudadanos, "a los que pueden", un sacrificio fiscal extra con el fin de atender a lo que él considera el asunto capital de nuestra economía en el momento actual: la protección social y especialmente la ayuda a las personas que han perdido su empleo.
En su intervención inicial el Jefe del Gobierno me dio la impresión de ser un náufrago que busca desesperadamente un tablón al que abrazarse. Y ese tablón vino a dárselo, de forma inesperada, la agencia internacional Moodys, dedicada a la calificación de riesgos financieros, que ha decidido mantener para el Reino de España la triple A, un privilegio del que sólo gozan los más solventes, como Estados Unidos, Francia y Alemania.
Lo peor ha pasado ya, repetía ZP en su esfuerzo denodado por hacernos ver la botella medio llena. Y hasta parecía dispuesto a hacerse trampas en el solitario. Aseguró que desde Abril, a pesar del aumento del paro registrado, la evolución del empleo da síntomas de mejoría; y no tuvo empacho en afirmar que la muy etérea Ley de Economía Sostenible será un revulsivo para la recuperación y la creación de puestos de trabajo. Pero ¿cómo podemos creernos que lo peor ya ha pasado mientras siga creciendo la cifra total de parados? Necesitamos, como mínimo, un crecimiento del 2 por ciento para que no haya destrucción de empleo y a día de hoy en lo que estamos es en una caída del 4,2.
Mariano Rajoy empleó un tono menos descalificativo que en otras ocasiones, pero aún así afirmó que "mientras Rodríguez Zapatero siga gobernando la cosas seguirán yendo a peor". A su juicio, con la subida de impuestos la economía sufrirá un nuevo impacto negativo y lo que está haciendo ahora ZP es "pedirle sacrificios a la gente para pagar los errores que usted ha cometido". En la misma línea argumental se situó el portavoz de CIU, Josep Antoni Durán i Lleida, quien considera que la política presupuestaria "está descontrolada", que el Presidente "no genera ya confianza" porque ha tomado las medidas equivocadas además de no haber sabido prever la que se nos venía encima y de haberse enfrentado con los empresarios, que "son los que crean empleo".
¿Dónde meter la tijera? El debate no arrojó luz alguna en este punto, nadie señaló una partida importante en la que pudieran recortarse los gastos de forma drástica. ZP lo subrayó con contundencia frente a alguna medida de poco momento que le sugería Durán Lleida, como suprimir algún ministerio o reducir aún más la presencia de la Administración Central en las Comunidades Autónomas. Dado el tono menos crispado que en ocasiones precedentes, del debate sí salió al menos un compromiso: el de que Rodríguez Zapatero y Rajoy Brey se reunirán para analizar conjuntamente el estado del gasto público, como dos ajedrecistas que se sientan para analizar las posibles variantes de una partida una vez finalizada ésta.
La variante que no supo o no quiso ver el Gobierno es el boquete tremendo que iba a abrirse por el efecto combinado de la caída de ingresos y el aumento de gastos derivado del incremento del paro. Por ese boquete (10 por ciento del PIB previsto para 2009) se le está yendo la vida al Reino de España y hay que taponarlo como sea. Lo taponaremos, de otras peores que esta hemos salido, como decía el gran Fuentes Quintana. Pero vamos a salir cabreando a mucha gente; y ese cabreo se va a dirigir sobre todo contra uno que tuvo una vez la osadía de decir que "bajar los impuestos es de izquierdas". No es que nuestro hombre sea feo, pero como dice la campechana Esperanza Aguirre, calladito habría estado mucho más guapo.

lunes, 7 de septiembre de 2009

A VUELTAS CON EL PODER Y SUS SOLEDADES

El poder no me va a cambiar, les dijo José Luis Rodríguez Zapatero a sus seguidores en la noche memorable del 14 de Marzo de 2004. Pero no pasó mucho tiempo antes de que comprobáramos que aquella era una promesa imposible, puede que bienintencionada, pero imposible. No más pisar el Palacio de la Moncloa, a ZP, con la excusa de actualizar su imagen, le cambiaron el peinado; y los trajes, que casi le hacían parecer contrahecho cuando era el jefe de la oposición, empezaron a sentarle muy bien o por lo menos correctamente, porque alguno de sus asesores tomó la precaución de contratar los servicios de un sastre.
El poder, esa cosa indefinible que, según la opinión más extendida, nunca se comparte, tiene estas servidumbres. Nadie puede salir indemne de una situación en la que todos los que te rodean jamás se atreven a decir no, obedecen sin rechistar, compiten entre sí por el lugar más cercano a tu persona y tratan de adelantarse a tus deseos.
Fui testigo directo del culto a la personalidad de José María Aznar que practicaban los populares y ahora observo desde la distancia el culto de los socialistas a Rodríguez Zapatero. También fui testigo directo -aunque de esto hace ya mucho más tiempo - de cómo Santiago Carrillo les decía a los "renovadores" del PCE en un congreso que él "no era hombre de pactos internos". Carrillo, el abanderado del consenso, el muñidor de la política de reconciliación nacional, no era capaz de consentir una corriente crítica dentro de su propio partido. El poder no se comparte, y la democracia, entendida como la participación colectiva en la toma de decisiones, sigue siendo una utopía.
Pensaba yo en estas cosas mientras leía en el periódico una entrevista con Jordi Sevilla, el hombre que cometió el error imperdonable de decirle al líder que necesitaba un par de tardes para ponerse al día en los asuntos económicos y presupuestarios. Sevilla fue uno de los principales impulsores de la candidatura de ZP a la Secretaría General del PSOE. Pero su destino estaba sellado desde aquel día aciago en que no pudo evitar que los micrófonos captaran lo que estaba diciendo al oído del líder. Ahora, el antiguo Ministro de Administraciones Públicas, condenado al ostracismo, ha optado por irse a la empresa privada, a ganar dinero, ya que influencia política no le quedaba ninguna.
A mí me caía y me cae bien Sevilla, porque es una persona con discurso propio y además un día le oí defender la función pública como un instrumento para favorecer la igualdad de oportunidades y como una vía para el ascenso social de las clases más humildes. También me caía bien Jesús Caldera, que fue la mano derecha de ZP en los tiempos de la oposición y aspiraba a una Vicepresidencia en 2004, pero hubo de contentarse con el Ministerio de Trabajo. Caldera está sufriendo, como Sevilla, los rigores del exilio interior, acceder al líder le resulta poco menos que imposible y muy posiblemente está a la espera de una ocasión propicia para "saltar" del barco y enrolarse en la empresa privada.
El poder no se comparte, quien se hace con él necesita que el espejo le diga cada mañana que es el más guapo, que posee la inteligencia más aguda y el secreto para las decisiones siempre acertadas. El que se hace con el poder necesita contemplar a su alrededor una masa de cabezas obedientes y no descollantes. Si bien hemos de reconocer los avances extraordinarios que se han conseguido, porque antes las cabezas no ajustadas a la norma rodaban físicamente y ahora sólo como metáfora.
En Rodiezmo ZP ha dicho que él no improvisa ni rectifica, sólo se adapta. Y ha prometido que guiará al país hacia la recuperación económica. Yo lo veo a sólo un par de pasos de emprender un camino por el que llevará a los suyos de derrota en derrota hasta la victoria final.

viernes, 4 de septiembre de 2009

EL ESTADO DE LAS CUENTAS PÚBLICAS Y LOS IMPUESTOS

En este primer viernes de Septiembre, primer viernes del otoño político, el Presidente del gobierno se ha reunido de nuevo con los interlocutores sociales para tratar de recuperar el clima de diálogo que se rompió tan abruptamente antes de las vacaciones veraniegas.
Los líderes de la patronal y de los sindicatos han escuchado las explicaciones de Rodríguez Zapatero sobre su proyecto de ley de economía sostenible, un proyecto que se tramitará en paralelo con los Presupuestos 2010 y en el que el Presidente tiene depositadas grandes esperanzas para transitar desde lo que hemos dado en llamar economía del ladrillo a la del conocimiento, la innovación y la productividad.
El encuentro en La Moncloa se celebraba tan sólo dos días después de que el Ejecutivo aceptara en el Congreso un pacto con los grupos de izquierda para retrotraer al 1 de Enero de este año los efectos del subsidio que se concederá a los parados que agoten sus prestaciones contributivas. La fecha del 1 de Enero es tan arbitraria como otra cualquiera, pero resulta más coherente con nuestros usos y costumbres. Su único defecto es que añade más leña a ese incendio en que se han convertido las cuentas públicas.
La crisis, con la furia incontenible de un torrente, se ha llevado por delante el cómodo superávit de ejercicios anteriores. Al gobierno de ZP no le ha quedado más remedio que anunciar una "moderada subida de impuestos", medicina amarga que irá acompañada de otros brebajes cuyo sabor no será fácil de soportar, como la congelación del sueldo de los empleados públicos. Puede que alguno se esté arrepintiendo ahora de la prisa que se dieron en implantar medidas demagógicas e injustas, como la supresión de los impuestos de Sucesiones y de Patrimonio. Aquello fue un agravio contra los sectores menos pudientes de la población y esto que se anuncia ahora (con más hincapié en los impuestos indirectos que en los directos) acabará siendo otro agravio. Creo que fue Antonio Machado quien dejó dicho que "el pueblo nunca invoca la palabra patria, pero, llegado el momento, la compra con su sangre". O con sus impuestos, podríamos añadir ahora.
Con esto de los impuestos, si se me permite la comparación, pasa como con la indisolubilidad del matrimonio católico. La Iglesia siempre ha defendido con uñas y dientes esa indisolubilidad, pero no dejó de conceder disoluciones a quienes tuvieran el dinero suficiente para pagarlas. Ahora se supone, de acuerdo con la Constitución, que todos debemos contribuir al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con nuestra capacidad económica, pero quienes disponen del dinero necesario para constituir una SICAV -sociedades de inversión colectiva- sólo pagan el 1 por ciento de los rendimientos que obtienen. De modo que la anunciada subida -limitada y temporal, eso sí - de la imposición sobre las rentas del capital recaerá principalmente en quienes tienen sus modestos ahorros colocados en deuda pública o depósitos a plazo, es decir, los sectores menos pudientes y las clases medias. Podían habérselo pensado antes de suprimir tan alegremente las figuras tributarias que tan antipáticas resultaban a los ojos de los más ricos y poderosos.
Siempre cuento a quien quiere escucharme el mismo caso, por su carácter paradigmático y memorable: cuando murió don Emilio Botín López, padre del actual presidente del banco Santander, las comunidades autónomas de Madrid y Cantabria pleitearon largamente por los casi 10.000 millones de pesetas que la familia Botín debía pagar en concepto de Impuesto de Sucesiones. Por desgracia, no todos los que abandonan este mundo consiguen dejar una herencia tan envidiable, pero aún así resulta incomprensible que los socialistas se haya dejado arrastrar por los populares a suprimir, de manera muy poco meditada, el citado impuesto. Y los populares no deberían sacar tanto pecho al proclamar sus promesas de "votar contra toda subida de impuestos", porque en buena parte podríamos decir que aquellos polvos trajeron estos lodos. Ellos también son responsables de los problemas de financiación que arrastran las Comunidades Autónomas, problemas que son otra de las patas en que se apoya el desbocado déficit público.

sábado, 29 de agosto de 2009

COMIENZA EL NUEVO CURSO POLÍTICO: ZP EN SU LABERINTO

Es tradicional (aunque no siempre se cumple) que el Presidente del Gobierno dé el pistoletazo de salida del nuevo curso político con una comparecencia ante los medios de comunicación. Rodríguez Zapatero se ajustó esta vez al guión para celebrar en el Palacio de la Moncloa una rueda de prensa en la que su empeño principal fue enviar un mensaje de confianza y tranquilidad a los ciudadanos (el famoso optimismo antropológico de otros tiempos, ni mencionarlo.) Según el análisis del Presidente, lo peor de la crisis ya ha pasado, aunque seguirán los tiempos duros; las vacunas contra la gripe A estarán a su debido tiempo disponibles para todo el que las necesite; y de la esperada sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán ya hablaremos cuando se produzca.
El mensaje de tranquilidad y confianza buscó también a quienes puedan estar preocupados por la anunciada subida de impuestos y a quienes sientan inquietud por el futuro de las prestaciones sociales. Hubo un momento en que el bronceado ZP dio la sensación de verse a sí mismo como el hombre capaz de completar la cuadratura del círculo: en 2012 recuperaremos un déficit público no superior al 3 por ciento, el objetivo irrenunciable del Gobierno seguirá siendo "la cohesión social, la protección social y el estado del bienestar". Ambas cosas son posibles, según ZP, sin que la presión fiscal española -siete puntos por debajo de la media europea- crezca sustancialmente.
Qué es la presión fiscal, puede que se preguntase algún espectador que viera en directo la rueda de prensa y puede que se lo pregunte algún lector de ZD. La presión fiscal no es otra cosa que la proporción que representan los ingresos del Estado sobre la cuantía total del Producto Interior Bruto. Sumando los ingresos de la Administración Central, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos, esa proporción con toda seguridad está por encima del 40 por ciento, pero a los efectos del debate político la presión fiscal que se toma como referencia es la que ejerce el Estado entendido como administración Central. La cifra total de ingresos (impuestos más cotizaciones sociales) suele situarse alrededor del 35 por ciento del PIB, aunque este año puede que la mencionada presión fiscal esté bajando a consecuencia de la dramática caída en la recaudación, provocada por la contracción económica.
Rodríguez Zapatero ha prometido que seguirá la "moderación fiscal" y que las subidas de impuestos serán limitadas y temporales. Para saber sobre qué figuras tributarias se aplicarán estos incrementos habremos de esperar hasta la presentación del proyecto de Presupuestos, pero ZP adelantó que, en su opinión, los ingresos salariales y de las empresas "deben ser preservados". De modo que bien podríamos encontrarnos con algún retoque en los impuestos especiales (tabaco y carburantes), el IVA y los que gravan las rentas del capital y del ahorro.
¿Puede España mantener un estado del bienestar similar al de nuestros principales socios europeos con una presión fiscal siete puntos por debajo de la media? Según el discurso de ZP, sí. Y no sólo eso, sino que además puede reducir su déficit público (algo así como el 10 por ciento en 2009) al 3 por ciento en 2.012. Hay que tener mucha confianza en el buen pulso del Presidente para creérselo, pero más bien la impresión que tiene uno es que antes o después se impondrá la cruda realidad. Es decir, que iremos a un aplazamiento sine die del ajuste entre los ingresos y gastos de la Administración, ya que recortes en las prestaciones no habrá mientras ZP siga al frente del Ejecutivo. Los milagros son cosas que ocurren muy rara vez, le decía Don Quijote a su escudero. Pero en la España de hoy muchos ciudadanos sí parecen confiar en los milagros, y ahí tenemos a la Bolsa -de la que hablábamos aquí antes de la huida hacia los chiringuitos playeros-marcando máximos anuales una jornada tras otra.

miércoles, 12 de agosto de 2009

¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN LA BOLSA?

Hablábamos en nuestra "entrada" anterior de las muchas sombras que se ciernen sobre la vida política española, empezando por la corrupción, que posiblemente es la peor de todas. Y si los nubarrornes sobre la política son de los que descargan aguaceros de furia incontenible, ¿qué decir de los nubarrones sobre la actividad económica?
En realidad, el pedrisco comenzó a caer sobre la economía hace ya bastantes meses y ahora estamos a la espera de alguna buena noticia, a la espera de algún brote verde, según la expresión que se ha puesto de moda. Pero, hasta el momento, todos los datos invitan al pesimismo: fracasó el diálogo social, siguen los cierres de empresa, menudean los expedientes de regulación de empleo, la tasa de paro aumenta, desciende el número de afiliados a la Seguridad Social, caen los ingresos del Estado y se incrementan el déficit y la deuda, el consumo no se reanima a pesar del descenso en los precios y el mercado inmobiliario no sale del hoyo.
En medio de este panorama tan sombrío, un dato espectacular y sorprendente: la escalada de la Bolsa española en los siete primeros meses del año. En estos últimos días parece que el impulso alcista da muestras de agotamiento, pero el índice Ibex 35 tocó los 11.000 puntos en la sesión del martes y hoy miércoles ha vuelto a cerrar en la zona de máximos anuales. Eso representa una subida de nada menos que el 60 por ciento con respecto a los mínimos anuales, que se marcaron en el mes de marzo. Si hemos de creer el dicho ese de que el mercado bursátil se anticipa a lo que va a suceder, deberíamos llegar a la conclusión de que nos aguarda un futuro inmediato casi esplendoroso.
Para el conjunto del año, el Ibex 35 presenta una subida de casi el 19 por ciento, tres veces más de lo que han subido los índices de Nueva York o Londres, y más del doble que el europeo Eurostoxx 50. Sólo el Nikkei, el índice de la Bolsa de Tokio, consigue una subida similar a la de los valores españoles.
Confieso que se me escapa la razón (o las razones) de que el índice español se haya despegado tanto del resto de índices de las principales bolsas mundiales. Se me antoja una situación anómala, y más teniendo en cuenta que los datos reales que ofrece la economía española son peores que los registrados en el conjunto de los países más desarrollados. Podría pensarse que las subidas de las cotizaciones se debe al exceso de los recortes en el ejercicio anterior, pero lo cierto es que la caída del Ibex en 2008 fue similar a la que sufrieron los otros índices.
Una explicación que se me ocurre, a falta de datos objetivos, es que alguien esté "calentando" las cotizaciones, como se dice en el argot de los parqués. Las empresas españolas, por término medio, son más pequeñas y resulta más fácil manipularlas con una cantidad de dinero no demasiado grande. Por otra parte, el peso de los valores bancarios ( Santander, BBVA, Popular, etc.) es muy grande en el índice y estos valores fueron muy castigados el año pasado y en estos últimos meses han subido como la espuma. Aunque la compra de acciones propias es una práctica prohibida más allá de ciertos límites, bien podría ocurrir que alguien hubiera decidido dar una alegría a los accionistas dedicando un dinerillo a "cuidar el valor" en lugar de dedicarlo a préstamos empresariales, hipotecarios o de consumo.
Se crea así una situación de alto riesgo para los particulares que decidan colocar sus ahorros en la renta variable, porque podrían encontrarse con un pequeño susto (o mediano) a corto plazo. Es verdad que el Ibex 35 se encuentra aún muy alejado de la zona de máximos históricos y, a medio plazo, tiene bastante recorrido hacia arriba. Pero quien entre ahora tiene que estar ojo avizor y ser consciente de que el recorrido muy bien podría ser hacia abajo.

DESPEDIDA SIN CIERRE
P.S. El autor de ZD, como alguno de los amables lectores, también se retira por unos días a la sombra del chiringuito. Para San Bartolomé, más o menos, volveremos al tajo.

domingo, 9 de agosto de 2009

VACACIONES DE AGOSTO: DEMASIADAS SOMBRAS Y POCAS LUCES

Llevamos un verano muy duro en lo que a incendios forestales se refiere. Y parece que esa calamidad que periódicamente se abate contra nuestras gentes y nuestros paisajes se ha contagiado este año a la clase política. Casi nunca ha sido del todo cierto que el mes de Agosto, desde la perspectiva política, fuera un mar de la tranquilidad, pero en este 2009, desde sus lugares de vacaciones, sirviéndose de las últimas tecnologías de la comunicación, los primeros espadas de la política nacional se están superando a sí mismos.
Después de varios días de escalada verbal, este domingo me encuentro en el diario EL PAÍS con un editorial titulado "O pruebas o dimisión". Se refiere a la acusación de espionaje ilegal lanzada contra el Gobierno por María Dolores de Cospedal. Puede que la Secretaria General del PP se haya metido en un mal paso, porque, como dice el editorialista, "es inaceptable que una representante política de su categoría acuse sin pruebas al Gobierno, a la Fiscalía General del Estado, a los cuerpos de seguridad, a los servicios de inteligencia y a los jueces de cometer delitos más propios de un estado totalitario que de una democracia europea".
Hace unos días, hablando del sindicalismo y los problemas del diálogo social y las relaciones laborales, un lector anónimo venía a decir en ZD que gente decente y de principios la hay en todas partes, como hay también en todas partes gente no cumplidora y poco de fiar. Tenía toda la razón en este punto, porque ya llevamos mucho tiempo viendo cómo la corrupción, ese cáncer que enferma de muerte a las instituciones democráticas, florece bajo todas las banderas políticas. Es evidente que los seres humanos estamos hechos todos con el mismo material y quienes no cometen ninguna tropelía lo deben no tanto a la probidad de su carácter como a la suerte de no habérseles presentado la ocasión propicia.
Ahora bien, la pregunta es qué hacer frente a las tropelías, sabiendo que puede cometerlas cualquiera. ¿Debemos mirar para otro sitio? En estos últimos días, el Partido Popular (puede que en las mismas circunstancias otros habrían hecho lo mismo) ha reaccionado de la manera más lamentable ante los nuevos casos de presunta corrupcion destapados en Baleares: en lugar de condenarlos y dejar que los servidores de la justicia hagan su trabajo, ha emprendido una incomprensible fuga hacia adelante con esa acusación de espionaje ilegal.
La corrupción, que se da aquí y en todas partes (véase el caso del matrimono Kirchner en Argentina), es un torpedo contra la línea de flotación del ideal democrático y tiene que ser perseguida cuanto sea posible y hasta donde sea posible. Y dedicarse a agitar cortinas de humo cuando surgen estos casos es lo peor que pueden hacer aquellos que tienen en sus manos la representanción de la soberanía nacional.

domingo, 2 de agosto de 2009

RECUERDOS Y REFLEXIONES DE UN SINDICALISTA TRASNOCHADO Y PIQUETERO

En aquella fábrica, cuya chimenea de ladrillos rojos desafiaba en altura a la torre de la catedral, todos sabían quién era el dueño y, en consecuencia, tenía capacidad para decidir sobre vidas y haciendas. Cada mes de Diciembre, don Luis llamaba a su despacho a los empleados, uno a uno, y les asignaba el sueldo para el año siguiente. Las palabras siempre eran suaves y educadas; los motivos, caprichosos. Al autor de ZD no le consta si aquel hombre, de corta estatura y aguda inteligencia, había leído a los clásicos, pero divide y vencerás parecía ser la máxima que guiaba su comportamiento con los trabajadores. En aquella factoría no había una sola nómina que fuera igual a otra, ni siquiera entre los técnicos que dirigían los procesos productivos. Las diferencias eran pequeñas, pero suficientes para sembrar la discordia, la desconfianza y el resentimiento.
Puede que a los lectores de ZD les cueste creerlo, pero en estos tiempos en que tendemos a vernos como el último grito de la modernidad, con Madrid lanzada a por los Juegos de 2016, conviene recordar de dónde venimos. La cesta de Navidad que generosamente repartía cada año don Luis contenía algunas viandas más o menos tentadoras, pero su componente principal era una gallina viva que uno mismo tenía que coger de las jaulas que había transportado hasta allí un camión y llevársela a casa como Dios le diera a entender. Don Luis tenía unas granjas por tierras segovianas y aprovechaba las entrañables fiestas navideñas para dar salida al producto que el mercado no podía absorber.
Coger la gallina y matarla allí mismo, como hacían algunos, resultaba más que engorroso. Llevársela viva tampoco era una alternativa que suscitase mucho entusiasmo, pero lo peor habría sido despreciarla: existía el temor generalizado de que un gesto como ese habría tenido un reflejo inmediato en la nómina.
Francis Ford Coppola no había rodado aún la primera parte de El Padrin0 (tampoco Mario Puzo, por lo demás, había escrito aún la novela), pero las relaciones que establecía don Luis con sus subordinados se parecían mucho a las de don Vito Corleone: su empeño indeclinable era que se les quedara bien metido en la cabeza que "le debían un favor". Él, sin embargo, no necesitaba guardaespaldas: cualquier intento de negociación colectiva habría sido respondido con una llamada a la Guardia Civil y punto.
Ahora, muchos siglos después, la Presidenta de la Comunidad de Madrid ha llamado sindicalista trasnochado y piquetero al Presidente del Gobierno con motivo del fracaso en las conversaciones para el pacto social. ¿Qué calificativo debería emplear nuestra Presidenta para referirse a los empresarios de su Comunidad que obligan a los trabajadores a hacer horas extras los sábados y días festivos pagándolas al mismo precio que las horas ordinarias?¿Qué calificativo?, repito. Y no hablo a humo de pajas: entre los ciudadanos madrileños que sufren esta explotación agravada están mis propias hijas, para las que suelo hacer de taxista en mis ratos de ocio. Algo hemos avanzado, pese a todo: mi padre nunca pudo hacer de taxista para mí, y yo tenía que atravesar andando la ciudad de punta a punta con la gallina pateando dentro de una bolsa de deportes, porque me daba vergüenza coger el autobús con aquella "mercancía" en las manos.
Los empresarios quieren que no haya convenios o que éstos tengan en cuenta "la realidad de las empresas". Muchos probablemente añoran los tiempos en que todo intento de negociación colectiva era competencia de la Guardia Civil, lo cual no es tan extraño en un país que ha tenido entre los responsables de resolver los conflictos constitucionales a algún señor que en su día fue miembro del Tribunal de Orden Público. Una vez que consigan liquidar la eficacia general de los convenios -al grito de lo trasnochados y piqueteros que se han quedado los sindicalistas- ellos podrán establecer las retribuciones salariales con el mismo estilo, tan moderno, que empleaba don Luis. Un estilo al que seguramente no le haría ascos doña Esperanza Aguirre. Un estilo frente al que yo alzaría la memoria, que, como la poesía, también puede ser un arma cargada de futuro.