martes, 29 de enero de 2008

LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS LE SACAN LOS COLORES A SOLBES CON EL ASUNTO DE LOS 400 EUROS

Al pacífico y sosegado Pedro Solbes la chistera de su jefe le está provocando graves quebraderos de cabeza. Primero fueron los 2.500 euros por cada nuevo hijo, que luego el Vicepresidente económico y su equipo tuvieron que encajar a martillazos. Y ahora esto de rebajar las retenciones a cuenta del IRPF en 400 euros. Poco a poco se van perfilando los detalles, pero primero se dijo que era para este ejercicio; después, que para toda la legislatura. Primero, que se pagaría en uno o dos plazos; luego que en las retenciones que nos hacen mes a mes. Al final, parece ser que se incluirá como una nueva deducción, todavía sin nombre, en la próxima reforma del Impuesto. Pero sigue sin aclararse si será sólo para asalariados y pensionistas o será para todos los contribuyentes. Al paso que vamos, tendremos que acabar pensando de Rodríguez Zapatero lo que Manuel Azaña, que era un malvado, pensaba de Ortega y Gasset: que no tenía ideas, sólo ocurrencias.
He pasado la mañana en el Congreso, donde Pedro Solbes, con su flema característica, ha defendido la propuesta asegurando que "es una medida que a quien tenga unos ingresos anuales de 12.000 euros le supone el 60 por ciento de sus obligaciones con Hacienda y a quien gane 120.000 le supone un 1 por ciento. Pero cada uno lo puede valorar como quiera". Esto es lo que decía el Vicepresidente a las puertas de la Sala Internacional de la Cámara Baja, donde los portavoces de los grupos parlamentarios le esperaban pasando los cuchillos dialécticos por el esmeril. Poco antes, en los Desayunos de RTVE, el Presidente del Gobierno había dicho que "no hay un sólo español al que se pueda pensar que se le compra el voto. Eso es un insulto a la ciudadanía. Los españoles han demostrado su inteligencia política y este es un compromiso de alguien que se presenta a la Presidencia del Gobierno".Puede que ZP tenga razón, pero el caso es que la forma de presentar la promesa les ha hecho recordar a muchos las palabras que los caciques de antaño podían susurrar en los oídos de los votantes, por supuesto desde la proclamación solemne de que nadie quiere comprar el voto a nadie.
El primero en abrir el fuego graneado contra Solbes, desde los elegantes sillones de cuero rojo, ha sido Gaspar Llamazares, a quien le ha salido un animoso competidor en el ciberespacio, un competidor, más bien alter ego, que se llama Gaspy y que se dedica a desfacer entuertos lanza en ristre. El líder de Izquierda Unida ha dicho que "estamos ante un cambio de ciclo que genera inflación y aumento del paro, y que exige medidas progresistas, no iniciativas inspiradas en el modelo de Bush. Esto es un esperpento en boca de un partido de izquierdas, que, por un lado, se niega a incrementar el fondo de acogida para inmigrantes y luego tiene toda la manga ancha para gastarse 5.000 millones en regalos electorales". El más duro de todos los portavoces ha sido esta mañana Josep Sánchez Llibre, que ha hecho una magnífica representación del catalán emprenyat, el catalán cabreado. Seguramente, el enfado del portavoz de CIU estaba causado porque en su coalición creen que el Gobierno les ha copiado la idea, pero de mala manera. Ellos proponían rebajar las retenciones a cuenta en un 5 por ciento desde comienzos de este año, pero esto que anuncia el Ejecutivo les parece un cheque-regalo. "Esta promesa, señor Solbes -añadía Sánchez Llibre- nos parece muy poco seria, muy poco rigurosa, totalmente electoralista, inmoral y perversa, que va en la dirección de la compra y el mercadeo de los votos de todos los españoles". En caso de llegar a aplicarse, CIU reclama que los autónomos -un granero inmenso de votos- no queden excluídos.
La popular Ana Torme quizá se ha visto desbordada por la agresividad verbal que mostraba el portavoz nacionalista, porque se ha limitado a sumarse a las palabras dichas por Sánchez Llibre. A su juicio, lo que hace falta son reformas estructurales como la que ha propuesto el PP y "no parches que son simples regalos electorales para comprar votos". Un poco antes de esto, su jefe, que le hacía contraprogramación a ZP desde Antena 3 Televisión, había dicho que esta iniciativa del Gobierno le parece injustísima.
Esperábamos una respuesta de Solbes, que había acudido a la Sala Internacional para defender un Decreto con el que se arregla el descosido presupuestario que provocó el veto del Senado. Pero el Vicepresidente no se crece con los castigos, como los leones del famoso poema de Miguel Hernández. El va a su ritmo, nada de aguas turbulentas, nada de entrar a los trapos que tan arteramente le estaban enseñando los portavoces. Si hay que explicar algo, se convoca una rueda de prensa y santaspascuas. Y eso es lo que ha hecho, reunirse con los informadores para asegurar que lo de los 400 euros "es una idea bien calculada, bien diseñada, coherente y consistente con la reforma fiscal que llevará a cabo el Gobierno". Lo malo es que hace sólo tres semanas dijo en el Congreso que la idea de rebajar un 5 por ciento las rentenciones, como proponía CIU, sería peligrosa porque añadiría más leña al fuego de la inflación. Pero donde ZP necesita ahora madera y más madera es en la locomotora electoral hacia el 9-M.

JOSÉ BONO DESPLIEGA SUS ENCANTOS ARROLLADORES

Después de la Diputación Permanente, que ha sido una faena de aliño, me he ido a comer en el Club Siglo XXI. La estrella invitada era el ex-Presidente de Castilla la Mancha y candidato socialista por Toledo. Bono es un buen cristiano y un buen socialista, siempre temeroso de Dios y más temeroso aún de la Santa Madre Iglesia, con la que recomienda no topar bajo ningún concepto. Es un malvado de tomo y lomo, aunque yo creo que sus maldades son pecadillos veniales que no ponen en riesgo su camino hacia la salvación. No sé, queridos "blogueros", si recordáis una serie de televisión de hace muchos años que se llamaba Dallas. Había dos hermanos de una familia de potentados que explotaban pozos petrolíferos en Texas. Eran como Caín y Abel. Uno era malo, malísimo, hasta el extremo de hacerse simpático a los espectadores; y el otro era bueno, buenísimo, hasta parecer un poco tonto.
A mí Bono me recuerda a J.R., el hermano malo, y por eso me cae bien, a pesar de que su inteligencia superior no para de maquinar maldades. Hoy las ha despachado en todas direcciones, empezando por los propios anfitriones, cuyo almuerzo ha calificado de extravagante. De Rajoy piensa que no tiene ninguna posibilidad porque sufre el pecado original del "dedazo" de Aznar ( "padre está moribundo y los hijos, en lugar de llamar al médico o al cura, se han ido al notario para repartirse la hijuela"). La hijuela, qué bella palabra, muy usada también en mi querida tierra alcarreña. De Ruíz Gallardón, discrepante excluído de las candidaturas del PP, Bono piensa un poco despectivamente que va por ahí comportándose como una viuda desconsolada. Pero el ex-Presidente de Castilla la Mancha, cuando desenvaina, no hace distingos. De Felipe González cree que "era un jarrón que hablaba"; en cuanto a Almunia, señalado por el "dedazo" de González, piensa que tenía "tantas posibilidades de ser Presidente del Gobierno como yo de ser Cardenal Primado de España". Y la perla final, queridos "blogueros", dedicada al hombre que patronea ese barco seguro que al parecer es la economía española: "yo voy de remero en este barco, y me fío del capitán que habita el puente, aunque el rumbo no lo veo".
Este es el hombre que aspira a presidir el Congreso de los Diputados en la próxima legislatura. Nos vamos a divertir mucho viéndole conducir los debates reglamento en mano. Él asegura que no piensa cambiar ni una sola de sus ideas con tal de asegurarse un sólo voto. También presume de haberse afiliado al PSOE en 1.969. Alguien le pilla en falta y le recuerda que, en todo caso, se afiliaría al PSP, que no era la misma cosa. El PSP de Tierno Glaván y el PSOE de Felipe González fueron adversarios en la arena política al menos hasta las Municipales del 79, las primeras de la era democrática. Pero Bono, maestro en la fabricación de titulares, no está dispuesto a que la realidad le eche abajo ni un sólo matiz de su brillante discurso: "todos luchábamos por los mismos ideales de libertad, justicia e igualdad". Así vamos escribiendo la historia.

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